Gustavo Petro lanzó fuertes acusaciones contra la Fiscalía General de la Nación, denunciando una presunta «toma mafiosa» y una investigación «inconstitucional» en su contra. El mandatario hizo hincapié en las sospechas sobre el dinero destinado por Fecode a su campaña presidencial, acusando a la Fiscalía de realizar allanamientos y usar tácticas cuestionables para intentar derrocarlo.
Petro expresó su preocupación por la situación actual, afirmando que se está gestando una ruptura institucional con el objetivo de sacarlo del poder. Según el presidente, diversos sectores, incluyendo el narcotráfico, autores de delitos de lesa humanidad, políticos corruptos y sectores corruptos de la fiscalía, buscan desesperadamente su destitución. En sus propias palabras, Petro sostuvo que «desesperadamente, sectores del narcotráfico, autores de delitos de lesa humanidad, políticos corruptos y sectores corruptos de la fiscalía buscan la salida del Presidente del cargo elegido por el pueblo».
Una de las principales preocupaciones del mandatario gira en torno a las acusaciones relacionadas con el dinero de la campaña presidencial, que supuestamente habría sido destinado por Fecode a la Colombia Humana. Petro afirmó que se han llevado a cabo allanamientos en sindicatos y se ha ejercido presión sobre testigos, pero hasta ahora no han logrado obtener pruebas suficientes para acusarlo. Según sus declaraciones, esto se debe a la falta de éxito en sus intentos, y Petro instó a sus seguidores a estar alerta ante estos supuestos intentos de derrocamiento.
En un llamado a la acción, el presidente convocó a una movilización popular para resistir cualquier intento de destituirlo de su cargo. «Aquí no se puede tumbar un presidente progresista, el primero en un siglo, porque legalmente un sindicato de trabajadores aportó a un partido de izquierda. Llegó el momento de la expresión popular», escribió Petro en la red social. Esta llamada a la movilización refleja la tensión política en el país y la creciente polarización en torno a la figura del presidente.
Las acusaciones de Petro contra la Fiscalía y otros sectores revelan la complejidad de la situación política en el país. Mientras que el presidente insiste en que se trata de un intento ilegítimo de sacarlo del poder, sus detractores argumentan que la investigación busca esclarecer posibles irregularidades en el financiamiento de su campaña. La sociedad colombiana se encuentra dividida, con algunos ciudadanos apoyando al presidente y otros exigiendo transparencia en las investigaciones.
En medio de estas acusaciones y llamados a la movilización, la estabilidad política del país se ve amenazada. La posibilidad de una ruptura institucional genera incertidumbre y preocupa a aquellos que temen por la consolidación democrática. A medida que la situación evoluciona, será fundamental observar cómo responden las instituciones, la sociedad civil y la comunidad internacional ante estos eventos, que podrían tener un impacto duradero en la política colombiana.
