Por: Paloma Valencia
El gobierno nacional viene proyectando mal las variables macroeconómicas del país desde el 2023. Hacienda estimó para 2023 un crecimiento económico del 1.8%, la proyección del Plan Financiero en febrero del 2024 lo calculó en 1.2%; al final fue de 0.6%. Dijeron que las importaciones iban a caer en -15%, pero la contracción resultó en -18%. Los ingresos tributarios tampoco fueron bien proyectados. Presupuestaron ingresos tributarios para 2023 de $273.3 billones, pero se lograron $262.2 billones ($11 billones menos). Pronosticaban un superávit primario (no se tienen en cuenta intereses de deuda ni rendimientos) de $65 mil millones, pero se llegó a un déficit negativo de $5.6 billones.
Lo más grave es que del presupuesto aprobado por el Congreso para 2023 el gobierno no ejecutó $17.5 billones; 8 billones eran para inversión. El Ministerio de Deporte y Recreación solo ejecutó el 59% de los recursos. Sin embargo, no pagaron las cuotas para los Panamericanos. El Ministerio de Ambiente ejecutó el 50% cuando se suponía que era un sector estrella del gobierno. Desde septiembre del 2023 advertí que la ejecución del presupuesto iba por debajo del 60%. La ejecución según indica el Observatorio Fiscal de la Javeriana estuvo cuatro puntos porcentuales por debajo del promedio histórico.
De haber ejecutado los 17 billones- 1.1% del PIB-, el gobierno habría roto la regla fiscal. El déficit total del gobierno habría pasado de 67 billones a 82 billones alcanzando el 5% del PIB, y rompiendo el déficit primario estructural de la regla fiscal por encima del 1.4% del PIB permitido.
Pero tiraron la piedra para este año. Y de nuevo pronosticaron mal los ingresos de la Nación. Para la aprobación del presupuesto 2024 el gobierno afirmó que se iba a tener un superávit primario de 2.8 billones de pesos. Ahora en enero, el gobierno cambió sus proyecciones y se espera un déficit de 14.3 billones. El déficit total lo proyectaban en 74 billones. Ahora el gobierno dice que será de 89.3 billones-15.3 billones de pesos más-. Sin embargo, las cifras de déficit serían aún más negativas.
El Comité Autónomo de la Regla Fiscal advirtió en diciembre del 2023 que para el 2024 se podría romper la regla fiscal llegando a un déficit total de 104.6 billones (-6.2% del PIB). El gobierno estima que sea de 5.3% PIB.
29 billones en los ingresos van a faltar en el 2024 para cumplir la regla fiscal. El déficit total podría alcanzar menos del -6.2% del PIB. La situación es atribuible a dos causas: cálculos equivocados de caja y aumento de gasto en nómina estatal.
El gobierno pronostica ingresos de 10 billones por “arbitramiento de litigios” que son muy inciertos, y que necesitarían una ley que ya tiene un concepto negativo del Consejo de Estado. 1.4 billones por ingresos de regalías que no entrarán pues la Corte declaró inexequible la no deducibilidad de las regalías. Hay además un desfase de 12 billones adicionales en recaudo, y un desajuste de más de 4 billones por el Fondo de Precios de Estabilización de Combustibles. Esto se suma a que pronostican un crecimiento de la economía de 1.5% cuando los estudiosos hablan del 1%.
Lo más grave: en 2024 el gobierno tendrá el aumento real más alto en burocracia de la historia reciente. Aumentaron en un 21% el pago de nóminas con más de 12 mil cargos nuevos. Esto equivale a 9.5 billones de pesos adicionales a los del 2023.
Las pésimas reformas del gobierno no solo destruyen, sino que la mermelada para aprobarlas está costándole al país demasiado.