Diario del Huila

Políticos y tránsfugas

Mar 9, 2024

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Aníbal Charry González

Para que haya mayor claridad sobre el epígrafe de esta columna, es necesario precisar la etimología de sus palabras para que exista igualmente cabal comprensión del proyecto de reforma constitucional que ha radicado el representante a la Cámara por el Pacto Histórico David Racero para permitir el tranfuguismo político. Según Wikipedia un político es un ciudadano que se dedica a los intereses públicos en general y que en las sociedades democráticas participa con su opinión, con su filosofía política, con su voto, con su participación y con sus capacidades en las decisiones que se han de tomar para organizar todo lo que afecte a los intereses públicos.  En suma todos los ciudadanos hacemos política buscando la solución de los intereses públicos sea directamente con su opinión o con su voto para elegir a sus representantes en el Congreso.

Tránsfuga que es un término peyorativo que tiene como sinónimos según la Real Academia Española: ser fugitivo, chaquetero, prófugo, y desertor,  y que aplicado a la actividad política es una persona que huye de un partido a otro como cambiar de camisa sin ninguna consistencia ideológica, y que es considerada como traidora o desleal a sus ideas políticas, es precisamente lo que da origen al transfuguismo político, que es una especie de camaleonismo politiquero que busca no la solución de los intereses públicos, sino de intereses particulares o de grupo según la conveniencia para acomodarse a las circunstancias de esa misma estirpe, que dista  mucho de ser una verdadera actividad política como arte de gobierno en beneficio de la sociedad.

Pues bien: siendo necesaria esta precisión etimológica para el objeto de este artículo como se ha dicho, no deja de ser repudiable que se presente un proyecto de reforma para elevar a categoría constitucional el transfuguismo como traición o deslealtad a un partido o unas ideas políticas que deben buscar la solución de los intereses colectivos, para  pretender consolidar por procedimientos vitandos intereses personales politiqueros o de grupo, y más en este corrupto y violento país donde hemos convertido la actividad política en un negocio vulgar de compraventa de avales al mejor postor donde se financian las campañas con mafias de todo pelaje para asaltar el presupuesto público, y tenemos sin antecedentes en el mundo 37 partidos y movimientos políticos carentes de ideología política dedicados a la explotación del infame negocio que es la negación de lo que implica el auténtico ejercicio de la política.

Por eso hay que calificar desde ya como inconveniente y malsano  este proyecto de reforma que no fortalece los partidos sino que los envilece, y solo buscan como lo he dicho, resolverles el problema a muchos congresistas para acomodarse sin ninguna ideología  al sol que mas alumbre de acuerdo a sus mezquinos intereses de ánimo de lucro particular o grupal, cuando lo que debería acometerse es una reforma constitucional a fondo del sistema político electoral y de partidos donde abunda la podredumbre,  para que tengamos el soporte de un limpio ejercicio de la política en beneficio del pueblo colombiano.

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