Por: Coronel Danilo Arboleda Presidente de ACORE Huila
Antes de pegarse la rodadita a Neiva, la capital de río Magdalena, entérese que tiene un clima cálido, es el corredor turístico hacia la Orinoquia, Amazonia y una de las puertas al sur del continente americano, biodiversa, con una deliciosa gastronomía, con lugares de ensueño para vivir momentos inolvidables, el epicentro del turismo en el Huila. A tan solo 40 minutos de Neiva se encuentra el desierto de la Tatacoa; sitio emblemático del Huila postulado por la UNESCO en la inclusión de la Lista Tentativa del Patrimonio Mundial de Colombia de las localidades paleontológicas del periodo Devónico.
Amo el Huila a pesar de no ser de cuna opita, vivo en Neiva desde hace 7 años, pero mis destinos son influenciados desde hace 24 años por una hermosa Cacica Gaitana; ya mis raíces se asientan más, con la llegada a nuestras vidas de Timanco que tiene 4 años.
Debo hacer una advertencia a visitantes y no sobra también a lugareños desprevenidos, antes de bajarse en cualquier parte de Neiva, asegúrese de quitarse los aretes, guardar el reloj, asegurar el morral, estar con los 5 sentidos para que no le roben la moto, la cadena, el celular, la dignidad y hasta la inocente castidad.
Si bien lo que evidenciamos son problemas heredados desde hace mucho tiempo, pues la inseguridad viene desde hace meses atrás, se ha agudizado desde el segundo semestre de 2023 en donde la gota que rebozo la copa fue el sicariato de la Patrullera Paula Ortega en un céntrico lugar de la ciudad. Con el orden público alterado con la inseguridad ciudadana alborotada, solo escuchamos quejas, quejas y quejas, pero pocas soluciones, las victimas no quieren denunciar y así las estadísticas nos posicionaran como una ciudad de completa paz y convivencia.
El sábado pasado asistimos a misa de 6:00 en la iglesia de quebraditas, todo iba bien hasta cuando salimos de la iglesia y o sorpresa, se habían robado el espejo izquierdo del vehículo familiar, que impotencia, que rabia, que unos holgazanes se dediquen a robar lo que la gente consigue con el fruto de su esfuerzo y trabajo.
Los bienes materiales suelen recuperarse, no obstante, me solidarizo con aquellas personas que han perdido la vida a manos de la delincuencia, no es justo que se ciegue la vida de una persona tratando de proteger sus pertenecías, estamos de capa caída, las estadísticas hablan de la reducción del delito en Neiva, sin embargo, nos quieren vender la idea que la seguridad es cuestión de números y percepción, yo voy más allá de esto, la seguridad es de hechos y realidades. No vengan a meter el cuento que el problema en Neiva es de “DELINCUENCIA COMUN ATOMIZADA” o que “NO TENEMOS ESTRUCTURAS TERRORISTAS DE LAS FARC EN EL DEPARTAMENTO”.
Nuevamente el mensaje para nuestros gobernantes regionales; NO POLITICEN LA SEGURIDAD, urgen los observatorios de criminalidad y delito tanto en las alcaldías como en la gobernación, para hablar de ello es necesario, conocer y manejar el tema. ¡Palabra de espartano!
