La Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena – (CAM), para evitar afectaciones en la palma de cera, hogar del loro ‘orejiamarillo’, entregó, 44.170 plántulas en las Iglesias del Huila, con el objetivo de disminuir las afectaciones de la especie en mención y que por tradición la ciudadanía utilizaba.
Según la entidad ambiental junto con las autoridades, logran decomisar, cerca de 300 especies por año, tanto de plantas, como de animales, que según indicaron, es uno de los negocios más lucrativos, pero perjudica el ecosistema.
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En armonía con la naturaleza
En este sentido, Camilo Agudelo, director de la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena, envió el siguiente mensaje a la ciudadanía: “llega la Semana Santa, una época de celebración, recogimiento y oración, por lo anterior queremos invitarlos a que lo hagamos también en armonía y en comunión con la naturaleza, protegiendo el Medio Ambiente y que esta sea nuestra mayor manifestación y respeto por este planeta tierra que Dios, nos ha regalado”.
“Debemos tener un foco muy especial en la prevención de la afectación, que originan algunas prácticas culturales tradicionales, en esta Semana Mayor, especialmente relacionadas con la utilización de la Palma de Cera y de otras plantas naturales en las celebraciones”, destacó el funcionario.
Para evitar esta popular práctica la entidad ambiental, entregó a las entradas de las Iglesias, 44.170 plántulas que posteriormente pueden sembrar.
Operativos contra el comercio de especies
De igual manera, el director, fue enfático en afirmar que van a realizar los respectivos controles en las terminales terrestres y en algunos puntos viales con el fin de evitar esta condenable práctica.
“Vamos a hacer operativos en algunas carreteras, para evitar esta práctica ilegal de flora y fauna, que regularmente se incrementa en esta época de celebración. Anualmente, estamos confiscando cerca de 300 especies nativas por año en el departamento del Huila. Sin desconocer que el tráfico de fauna, es una de las prácticas más rentables en Colombia”, indicó el funcionario.
Las principales especies afectadas, son las guacamayas, loros y tortugas.
“En ocasiones esta comercialización, se registra debido a prácticas culturales y creencias, alrededor de curas para ciertas enfermedades y esto no es cierto. Comercializan, partes de osos, dantas. Entonces, hacemos la invitación a que coadyuvemos todos a proteger la naturaleza”, reveló el directivo.
Según, Camilo Agudelo, Colombia, es el país más biodiverso por kilómetro cuadrado. “Significa que estamos muy orgullosos de este lugar, por ende tenemos gran responsabilidad en proteger la fauna y flora, y uno de los mayores flagelos, es este tráfico ilegal, por eso la invitación es a denunciar esta mala práctica”.
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Foto-trampa y especies registradas
Y el análisis de registros efectivos del proceso de fototrampeo desarrollado en el Huila, por los 22 grupos de monitoreo comunitario, apoyados por la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena-CAM, arrojó la identificación de 82 especies silvestres, de estas, 55 son aves y 27 mamíferos.
Los datos presentados son exclusivos de esta actividad, tras el análisis de 6.312 registros de especies silvestres durante el 2022, representados en 4.253 fotografías y 2.059 vídeos.
De las 55 aves registradas, 2 están Casi Amenazadas, una amenazada en categoría de Vulnerable y 52 en Preocupación menor, 4 son Casi Endémicas, 2 Endémicas, 4 Migratorias y 5 incluidas en el CITES. Las aves observadas fueron clasificadas en 10 órdenes y 23 familias. Las especies más abundantes fueron el Saltón (Arremon brunneinucha), el Tinamú (Nothocercus bonapartei), el Zorzal (Turdus fulviventris) y la Paloma perdiz (Zentrygon frenata).
Y de los 27 mamíferos que fueron captados en cámara trampa, 5 se encuentran amenazados, y 14 se encuentran incluidos en los listados CITES que prohíbe o regula su comercio internacional. Las especies más abundantes fueron el Guara (Dasyprocta punctata), el oso de anteojos) Tremarctos ornatus), el cusumbo (Nasua nasua), el tigrillo (Leopardus tigrinus), Ardillas (Syntheosciurus granatensis), la Taira (Eira barbara) y la danta de montaña (Tapirus pinchaque).
Especies amenazadas
Dentro de las especies que más persiguen los cazadores, se encuentran: el borugo, venado, armadillo, perdices, guaras, babillas, guacharacas. “Ya en los predios donde tiene perros para realizar este tipo de actividades, estos atacan a tigrillos, zorros y si bien no los quieren afectar. Sí sobresaltan la fauna silvestre”, añadió un funcionario de la CAM.
Existen especies con las que se tiene mayor cuidado, debido a que son muy amenazadas por la acción del hombre entre ellas aparecen: “el oso andino, la danta, el caimán, el águila real de montaña. Ellas se encuentran en peligro de desaparecer, sino se toman las medidas, por este motivo la Corporación, se encuentra trabajando y protegiéndolas, como la protección donde de sus hábitats”, indicó el funcionario.
Frente a la cacería deportiva, se conoció que hay dos tipos de sanciones que van ligadas, contra este tipo de personas. Una de tipo administrativa que es la impuesta por la entidad ambiental, que puede ir hasta 5.000 salarios mínimos legales vigentes, a quienes sean sorprendidos persiguiendo animales, se decomisa el animal o las partes que tenga, las armas, vehículos y queda reseñado en una base de datos a nivel nacional.
Y en materia penal, puede tener hasta 48 días de cárcel y una multa adicional, pero este proceso lo resuelve un juez de control de garantías.
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Recuperación de las especies
Ya en cuanto a la rehabilitación animal, la CAM cuenta con un Centro de Atención y Valoración CAV de Fauna Silvestre en Teruel y dos hogares de paso, uno ubicado en Neiva y otro en el municipio de Pitalito, allí se cuenta con veterinarios, quienes les suministran los medicamentos que las especies necesiten y los acompañan en su proceso de rehabilitación.
En este aspecto, cuando tienen animales confiscados, se les realiza la respectiva valoración y los que son de la región son liberados en poco tiempo. “Pero esta ‘suerte’, no la tienen todos las especies, pues hay ocasiones en que no se pueden liberar, como es el caso de cachorros, polluelos o géneros con algún tipo de lesión física o con comportamientos anormales, que dificultan la sobrevivencia en el entorno natural. Estos son enviados a zoológicos. Es una norma que se tiene del Ministerio de Medio Ambiente”, manifestó el veterinario.
Ya se han presentado procesos de liberación de monos churucos, que es una de los especímenes más traficadas. “Lamentablemente, el efecto del encierro en estos animales es muy perjudicial para ellos, ya que tienen registrados casos donde se auto-mutilan, se encuentran flacos, porque los acostumbran a suministrarles comida de sal, a veces les dan licor y hemos tenido casos en que los obligan a consumir sustancias psicoactivas, como cocaína, marihuana”, relató el profesional.
La especie sufre demasiado. “El año pasado logramos la liberación de seis de ellos en el departamento del Meta. Hay que recalcar que este es un proceso largo, primero hay que enseñarlos a no depender de las personas, a que aprendan a comer frutos del bosque y a trepar”, puntualizó el especialista.