Con la llegada de la Semana Santa, Girardota, en el norte de Antioquia, se prepara para conmemorar los 257 años de la presencia del Señor Caído en su territorio, una figura de Jesucristo de madera que reposa en la Catedral Nuestra Señora del Rosario, trayendo consigo una larga historia de fe y devoción.
Se espera la llegada de más de 80,000 turistas a este municipio religioso durante la Semana Mayor, quienes participarán en diversas actividades litúrgicas conmemorativas al Señor Caído. Desde su llegada en 1767, traído desde Quito, Ecuador, por el doctor Carlos de Molina y Cataño, esta figura ha sido venerada por sus fieles, quienes le atribuyen diversos milagros.
El alcalde Kevin Bernal, consciente del valor histórico y religioso que representa el Señor Caído para Girardota, ha implementado acciones en su plan de gobierno para recuperar las tradiciones culturales religiosas del municipio, con el objetivo de incentivar el turismo religioso hacia la región.
«El departamento de Antioquia tiene la imagen del Señor Caído del municipio de Girardota ubicado al norte del departamento; desde la administración se quiere hacer más visible esta devoción de la fe católica e incentivar el turismo religioso hacia nuestro municipio», afirmó el alcalde Kevin Bernal.
Durante la Semana Santa del 2024, se llevarán a cabo diversas actividades en honor al Señor Caído, con el apoyo logístico de la Alcaldía y la colaboración de la Policía Nacional, Defensa Civil, Cruz Roja y demás entidades encargadas de la seguridad y el bienestar de propios y visitantes.
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La intención del mandatario local es que la devoción al Señor Caído no se limite solo a la Semana Santa, sino que se mantenga viva a lo largo del año, permitiendo que las personas visiten la catedral y contribuyan al comercio religioso del municipio.
En las fiestas patronales del municipio, que se realizan al finalizar el mes de noviembre, se realizan diversas celebraciones en honor al Señor Caído, incluyendo procesiones, eucaristías, novenas y homenajes. Además, se llevan a cabo eucaristías y oraciones guiadas en su honor los primeros sábados de cada mes.
Girardota, con sus raíces profundamente arraigadas en la fe, continúa honrando al Señor Caído, una tradición que trasciende el tiempo y fortalece el vínculo entre la comunidad y su patrón espiritual.
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