El gobierno nacional no cesa en crear nuevas instituciones paralelas a las tradicionalmente han existido en el país desde décadas atrás, y que, para la mentalidad revanchista del actual presidente de la República, no han generado beneficios para la sociedad colombiana. Desde que las bases cafeteras mediante un proceso democrático eligieron al huilense Germán Alberto Bahamón Jaramillo como presidente de la Federación Nacional de Cafeteros, se empezó a generar un ambiente hostil a esta organización gremial, para buscar la destitución de este ejecutivo altamente preparado en el campo académico y gerencial, quien hasta la fecha ha venido desarrollando una tarea exitosa en beneficio de las 560 mil familias cafeteras que hay en el país. Con el sofisma de distracción de crear una Federación Nacional alterna de este importante renglón económico, ha convocado una reunión nacional de algunos cafeteros para buscar que este esperpento de iniciativa se cristalice.
El afán de buscarle puesto a los integrantes de la primera línea está generando un rechazo mayor a la imagen presidencial sin haber cumplido los dos primeros años de su mandato. Algo detestable es la forma como están realizando dicha convocatoria. Con recursos del presupuesto nacional, están pagándoles viáticos diarios de $400 mil, $550 mil y $650 mil, para que los cafeteros asistan a esta reunión. Les pagan transporte aéreo. El fin justifica los medios, lo afirmaba Maquiavelo. Han perdido el poder de convocatoria sin que ofrezcan prebendas politiqueras, lo cual va a generar una fuerte polarización con las bases cafeteras del país. No se van a tratar los temas álgidos que está afectando la caficultura: seguridad, extorsiones, vacunas, altos precios de los insumos. afectaciones provocadas por el cambio climático, plagas (roya y arañita roja), deficientes vías de transporte, bajos precios de compra y alta carga tributaria, entre otros factores, están lesionando ostensiblemente su rentabilidad.
El contrato de administración para que la FNC maneje el Fondo Nacional del Café, fue creado como cuenta especial, el 22 de noviembre de 1940 mediante el Decreto 2078, y su manejo y administración se formalizó mediante un contrato suscrito con el Gobierno en diciembre de ese mismo año. En el 2016 en el gobierno de Juan Manuel Santos se firmó un nuevo contrato entre el Gobierno y la Federación para que ésta lo siga administrando hasta el 2026. Cada 10 años se hace el mismo proceso. Este fondo es una cuenta parafiscal que se nutre de la contribución cafetera pagada por cada libra de café exportado y por la que la Federación recibe cada año, entre 90 y 100 millones de dólares. El gobierno nacional, debe replantear esta iniciativa. El 17 de abril las bases cafeteras del país tienen previsto la realización de un paro nacional, hasta que el gobierno nacional, atienda todas las peticiones que son de conocimiento del gobierno nacional.
