Señor gobernador Rodrigo Villalva: El clamor de los huilenses y el temor de sus gobernados es evidente luego de conocer las intenciones del señor “Iván Mordisco” jefe del Estado Mayor Central disidencias de las Farc, de abrir un nuevo frente de guerra en la región y de la insólita respuesta del alto comisionado de paz, Exmiembro del grupo terrorista del M-19, señor Otty Patiño, en las que saluda y le da la bienvenida a la estructuración de esos nuevos frentes de conflicto, causaron estupor e incertidumbre en la comunidad, manteniendo en vilo a la población, porque a estas alturas no sabemos quién pueda defenderlos.
Las acciones delictivas que se conocen por parte de esos grupos violentos, en extorsiones, secuestros, amenazas, desplazamiento, han llegado al límite de tolerancia por parte de la comunidad.
Conocimos que el gobierno nacional ordeno al ejército perseguir militarmente a esa agrupación narcoterrorista con el fin de impedir, precisamente, que copen nuevos escenarios en el territorio que puedan convertir a nuestros campos en ambiente de guerra. Infortunadamente no se han visto resultados convincentes, sino que las actividades de los bandidos contra la población civil, se han multiplicado peligrosamente.
Debo manifestarle que en la comunidad existen dudas sobre el accionar de algunos comandantes de las fuerzas militares de Colombia. No sabemos si estén obedeciendo a la persona del presidente de la república, a su política, o tengan claro su función constitucional que les ordena: “Defender la soberanía, la independencia, la integridad del territorio nacional y el orden constitucional”.
“Esta Fuerza, como lo dice la norma superior, es un cuerpo armado permanente de naturaleza civil a cargo de la Nación, cuyo fin primordial es el mantenimiento de las condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos y libertades públicas y para asegurar que los habitantes de Colombia convivan en paz”.
Históricamente el pueblo colombiano ha tenido fe en su ejército nacional y, de esa convicción emana la creencia en el heroísmo de las mismas desde su fundación en el año de 1.819.Nuestras Fuerzas Militares han sido protagonistas de la grandeza de Colombia como un Estado social de derecho, organizado en forma de republica unitaria descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general.
El anterior enunciado es y debe continuar siendo la ruta en la que se enmarque la acción civilista de las Fuerzas Militares de la república. Los mismos postulados transcienden absolutamente a toda autoridad civil que ponga en riesgo el preámbulo de nuestra carta constitucional.
Por lo tanto, Señor Gobernador, le pedimos que con carácter urgente se tomen las medidas del caso para contrarrestar, con nuestra fuerza pública, militar y de policía, la arremetida violenta anunciada por esa banda de forajidos. Confiamos en su gestión en favor de la tranquilidad y la seguridad de los habitantes, en consecuencia, apoyamos su interés por devolver la confianza que reclaman sus gobernados. Julio Bahamon Vanegas.