En el corazón de los encuentros gremiales del Huila, “En nuestra institución”, fue la frase sentida como un propio latido por parte de los representantes a los Comités Municipales de Cafeteros en el Huila durante los Encuentros Gremiales, y en el cual se teje un mensaje claro y contundente: la Federación Nacional de Cafeteros es mucho más que una institución; es un símbolo de pluralismo y empoderamiento para los caficultores.
Tuve la oportunidad de asistir a los cuatro Encuentros, y en cada conversación, en cada intercambio de ideas, se respira el espíritu de una Federación pensada para y por quienes dedicamos nuestra vida al cultivo del café.
«La Federación para mí es pluralista», resuena en las palabras de muchos caficultores. Es una entidad que representa la diversidad de opiniones, necesidades y aspiraciones de una comunidad que, a pesar de sus diferencias, se une en torno a un objetivo común: el bienestar y el progreso del sector cafetero.
Proclamamos con convicción que «Un gremio informado es un caficultor empoderado», porque la realidad del trabajo en el campo la conocemos los caficultores, y solo es través del conocimiento y la información que se construyen las bases para un cambio real y sostenible en la industria cafetera. Por eso, los Encuentros Gremiales son el espacio donde se nutre ese empoderamiento, donde se comparten las lecciones aprendidas, se discuten los desafíos y se trazan los caminos hacia un futuro más próspero.
Agradezco a cada uno representantes que portan con orgullo la camiseta verde y la gorra distintiva de la FNC, una acción que se convierte en un gesto de reconocimiento y gratitud. Somos quienes con nuestra dedicación dedicación y compromiso, llevamos la voz de los caficultores a los más altos niveles, defendiendo los intereses de una comunidad que confía en nosotros para ser su voz en la arena nacional e internacional.
En estos encuentros, se fortalece el sentido de pertenencia y la confianza en una institución que vale la pena defender. Porque la Federación Nacional de Cafeteros no solo representa una marca, sino un legado de lucha y resiliencia que ha acompañado a los caficultores colombianos a lo largo de generaciones.
Así, en el departamento del Huila y más allá, la gremialidad cafetera se erige como un bastón de unidad y fortaleza, donde cada productor ha encontrado en la Federación un aliado en su búsqueda de un mejor porvenir de la mano con los bienes públicos.
Y en cada taza de café late el corazón de un caficultor empoderado, orgulloso, que ha sido retado por el clima, los precios, plagas y enfermedades, el olvido del Estado en algunos lugares y el orden público, pero que ha sido valiente y fuerte, listo para enfrentar los desafíos venideros. Por eso desde nuestras fincas y comités, tenemos la certeza de que juntos, con la Institucionalidad a la cabeza, podremos construir un futuro próspero.