Nuevamente los países del Medio Oriente se encuentran en una verdadera tensión bélica, por el ataque de Irán contra Israel, con más de 300 artefactos, entre drones y misiles, que, según las Fuerzas de Defensa de Israel, fueron interceptados en un 99 %. Irán dice que ha vengado el ataque contra el consulado, por lo que no se prevén más ataques mientras Israel no responda. Es un evento que nunca había sucedido pese a su enemistad histórica. El punto del iceberg se produjo porque este país, bombardeo contra el consulado iraní en Damasco, capital de Siria. Esta situación fue lo que desató la ira de Teherán. Aunque Israel no se adjudicó dicho ataque aéreo, ocurrido el primero de abril, para la república islámica no cabe duda de que el responsable es su archienemigo regional. Para analistas políticos y militares israelíes, el ataque de Irán fue un fracaso, pues la mayoría de los lanzamientos pudieron ser interceptados. En tierra, hubo pocos daños en comparación con la magnitud de la ofensiva: una niña resultó herida en una comunidad beduina del sur de Israel, mientras que una base militar fue alcanzada, con apenas daños materiales como balance.
Estas acciones representan un recrudecimiento de las hostilidades en una región que no conoce sosiego desde que Hamás lanzó un ataque terrorista a Israel el 7 de octubre pasado, en un operativo que desató una feroz respuesta israelí en la que han muerto más de 33.000 habitantes de la Franja de Gaza. Esta respuesta violenta de Irán va a tener repercusiones indescriptibles, porque ha atacado a la primera potencia militar del medio Oriente, la cual fue repelida con el respaldo de las fuerzas militares de Estados Unidos y el Reino Unido. Sea cual sea la respuesta de los israelíes, el mundo entero está sobre alerta. Cualquier escalamiento adicional podría detonar una guerra regional e incluso arrastrar a las potencias mundiales a involucrarse en el conflicto.
Urge retomar las negociaciones para la coexistencia de los estados en conflicto, para evitar una escalada de este conflicto, que puede generar consecuencias políticas y económicas para el mundo. La situación no es sencilla y no se puede ver en blanco y negro, pues envuelve grandes zonas grises donde están los puntos de consenso. Hasta que se encuentre una real solución a la grave situación que vive la zona, estos hechos de violencia se repetirán. Desde el siglo pasado, se venían presentando diversas escaramuzas en múltiples escenarios, en otros países vecinos como Siria. Los medios de información internacional han venido expresando la preocupante expansión de los grupos terroristas en esta zona caliente, que es considerada la mayor productora de hidrocarburos del mundo. La comunidad internacional está a la expectativa, de los acontecimientos bélicos que se presentarán en los próximos días. Esperemos que se busquen consensos para evitar una escalada terrorista.