DESHOJANDO MARGARITAS
Por Margarita Suárez
Organismos de diversos géneros vienen manifestando desde hace rato su preocupación por lo que ocurre con el mal uso de las tecnologías de Inteligencia Artificial (IA). Este tema asusta porque cada día es más fuerte su impacto y más difícil su control. Es un gran desafío por los riesgos que implica en la vida cotidiana, en mi caso en el ejercicio del periodismo, en la libertad de expresión vs derechos humanos y en los procesos electorales, entre otros. “Una de las consecuencias de la era digital es la prevalencia de la mentira, el engaño, lo falso, lo artificial (incluso la inteligencia)”, señala Daniel Samper en una de sus columnas en Cambio. La consigna es evitar que con el mal uso de la IA se siga alimentando la desinformación, el discurso de odio y la VGFT (Violencia de Género Facilitada por la Tecnología). La educación digital es esencial para que la gente aprenda a proteger su privacidad en línea, que sepan cómo detectar señales de advertencia y cómo denunciar el acoso. Es necesario un uso responsable de las tecnologías IA. Nos estamos viendo abocados a una inquietante oleada de comentarios cargados de odio, sobretodo cuando se abordan temas de carácter político. También hay xenofobia, intolerancia y hasta racismo. El discurso público de odio, se está convirtiendo en un arma para cosechar ganancias políticas con una retórica incendiaria que estigmatiza y deshumaniza a los opositores y destroza a las minorías. No podemos negar que se están explotando los medios sociales y otras formas de comunicación como plataformas para promover la intolerancia y difamar. Lo vimos en las elecciones presidenciales anteriores, cuando se degradaba del opositor con estrategias planeadas, sin pudor ni consideración, sin ética ni respeto a la verdad. Infortunadamente el discurso de odio cargado de falsedades, se está generalizando y constituye una amenaza para la democracia. Hacer frente al discurso de odio no significa limitar la libertad de opinión y de expresión, sino impedir que este tipo de discurso degenere en algo más peligroso, como la incitación a la discriminación, la hostilidad y la violencia. Abramos los ojos, aportemos nuestro granito de arena haciendo un uso responsable de la tecnología en todas sus fases.