¿Por quién votaría en 2026?
Por: Juanita Tovar.
Colombia amanece hoy con un panorama político notablemente distinto al que se perfilaba hace unos meses. Ayer, cientos de miles de ciudadanos se tomaron las calles para expresar su desaprobación y desencanto general hacia el concepto del “cambio» promovido por el gobierno de Gustavo Petro.
Los manifestantes expresaron su desacuerdo en diferentes frentes, destacando la aparente falta de coherencia en torno al tema central del cambio.
Muchos recuerdan las palabras enérgicas de Petro cuando era líder de la oposición, criticando al entonces presidente Iván Duque por el descontento social, sin reconocer ahora que el descontento se dirige hacia él y su gestión como mandatario.
Las contradicciones entre Gustavo Petro como líder de la oposición y como presidente surgen de cambios en sus posturas políticas o en las políticas que promueve. Por ejemplo, en materia de política económica, Petro se ha visto obligado a adoptar unas más moderadas y pragmáticas para mantener la estabilidad económica del país, lo que contradice algunas de sus posturas más radicales en la oposición, como la nacionalización de industrias clave. Asimismo, en el ámbito de las relaciones internacionales, Petro ha debido manejar las relaciones con otros países de manera más diplomática y pragmática, lo que también puede chocar con posturas anteriores.
Sin embargo, más allá de la movilización ciudadana, es necesario analizar a fondo la situación subyacente. La oposición ha contribuido a crear un clima de descontento basado en la narrativa de la “incompetencia” del gobierno y la falta de un plan de ejecución para el cambio prometido. Sin embargo, existe un denominador común: la ausencia de propuestas de fondo que respalden un proyecto serio de contención para mitigar la insatisfacción gubernamental. A pesar de las diversas reacciones de los partidos de oposición contra las iniciativas de Petro, el discurso ideológico o pragmático parece carecer de fuerza. Los principales sectores se oponen a las iniciativas gubernamentales en todas las instancias, pero no ofrecen alternativas claras para abordar los desafíos del país.
Es fundamental que esta narrativa vaya más allá de simplemente criticar las acciones del Gobierno de Petro, y que ofrezca propuestas concretas y viables para abordar los desafíos que enfrenta el país. La población colombiana está harta de líderes políticos que no solo señalan los problemas, también necesitamos líderes que presenten soluciones concretas y realistas, pero me pregunto ¿qué necesita la oposición colombiana para hacerle frente a este Gobierno de manera efectiva?
Además, la oposición debe trabajar en unidad y cohesión. Es crucial dejar de lado las divisiones internas y los intereses partidistas para unirse en torno a un objetivo común: fiscalizar y contrarrestar las políticas y acciones del Gobierno de Petro. Solo a través de la colaboración y el trabajo conjunto podrán hacerle frente de manera efectiva a un gobierno que cuenta con una sólida base de apoyo popular. Otro aspecto fundamental es la construcción de una plataforma política sólida y atractiva para el electorado.
La oposición debe presentar un proyecto político claro y consistente que pueda competir con la visión de cambio promovida por el Gobierno de Petro. Esto implica no solo enfocarse en críticas y ataques al gobierno en turno, sino también en la formulación de políticas públicas y programas que aborden las necesidades reales de la población colombiana.
Asimismo, la oposición debe aprovechar todos los espacios democráticos disponibles para ejercer su rol de contrapeso al poder ejecutivo. Esto incluye el Congreso, los medios de comunicación, las organizaciones de la sociedad civil y las redes sociales. Es fundamental que la oposición utilice estas plataformas para informar, movilizar y empoderar a la ciudadanía en la defensa de los valores democráticos y el Estado de derecho.
Por ultimo, la oposición colombiana necesita líderes políticos que inspiren confianza y credibilidad en la población. Estos líderes deben ser capaces de conectar con la gente, escuchar sus preocupaciones y aspiraciones, y ofrecer un camino hacia un futuro mejor para todos los colombianos. Solo a través de un liderazgo fuerte y visionario podrá la oposición hacerle frente de manera efectiva al Gobierno de Petro y trabajar hacia la construcción de un país más justo, próspero y democrático. Por eso le pregunto, ¿usted por quien votaría en 2026?