El Huila se enfrenta a una crisis de salud pública con seis muertes por dengue hasta la semana epidemiológica 17 del año 2024. Las autoridades de salud del Huila intensifican medidas para contener el brote de dengue, incluyendo acciones de vigilancia, intervención y coordinación interinstitucional para proteger a la población.
Diario del Huila, Panorama
El departamento del Huila enfrenta una situación de emergencia sanitaria ante el aumento alarmante de casos de dengue, que ha cobrado la vida de seis personas hasta la semana epidemiológica 17 del año 2024. Con un total de 16 casos de mortalidad registrados, la comunidad se encuentra en alerta máxima mientras las autoridades luchan por contener la propagación de esta enfermedad transmitida por mosquitos.
La magnitud del brote se hace evidente al examinar las estadísticas: de los 14 casos analizados, se han confirmado seis, provenientes de municipios como Pitalito, Teruel, La Plata y Garzón. Sin embargo, la situación no se limita a estos lugares, ya que se han descartado ocho casos en localidades como Neiva, Isnos, Suaza, Tarqui, Elías y Pitalito, mientras que uno aún está pendiente de análisis.
Además, se ha verificado que un caso procedente de Pitalito tiene su origen en el departamento del Caquetá, lo que destaca la complejidad y la necesidad de una respuesta integral y coordinada.
Ante estas cifras, Sergio Zúñiga, secretario de Salud del departamento del Huila, recomendó a los huilenses, seguir trabajando en el lavado de albercas con jabón y cloro y hacerla en un periodo de cada 8 días. “Recomendamos tapar los tanques aéreos, recoger inservibles o dejar vasijas o elementos que puedan reposar aguas”.
La cifra total de casos de dengue en el Huila hasta la semana epidemiológica 17 asciende a 11,270, abarcando diversas presentaciones clínicas. El 63.4% corresponde a dengues sin signos de alarma, el 33.9% a dengue con signos de alarma y el 2.5% a dengue grave. Esta distribución refleja la gravedad y la diversidad de la situación, lo que requiere una respuesta adaptada a las necesidades específicas de cada caso.
El manejo de los pacientes ha sido variado, con un enfoque en la atención ambulatoria para el 88.3% de los casos de dengue sin signos de alarma. Los dengues con signos de alarma que fueron el 33.9%, de estos el 58.8% fueron hospitalizados, el 14.8% fueron manejados en observación, el 18.8% fueron remitidos a un mayor nivel de complejidad en el que se estaba atendiendo.
Para dengue grave que se reportaron 301 casos, de los cuales el 91.7% de los casos fueron manejados en UCI teniendo en cuenta su gravedad, el 6.6% reportaron conducta de remisión a un nivel de mayor complejidad, el 1% de los casos se manejaron de manera hospitalaria y el 0.7% presentaron errores en la conducta.
Comportamiento del dengue
El comportamiento del dengue en el Huila a la semana epidemiológica 17 de 2024, en todas sus presentaciones clínicas, muestra que el riesgo persiste en todo el departamento.
Los municipios que permanecen en alerta roja por la presencia de brotes tipo II son Algeciras, Elías, Garzón, Gigante, Guadalupe, Neiva, Oporapa, Pitalito, Saladoblanco y San Agustín.
Por su parte, los municipios con brotes tipo I son Acevedo, Agrado, Aipe, Altamira, Baraya, Campoalegre, Colombia, Hobo, Iquira, Isnos, La Argentina, La Plata, Paicol, Palermo, Palestina, Pital, Rivera, Santa María, Suaza, Tarqui, Tello, Teruel, Tesalia, Timaná, Villavieja y Yaguará.
Desafíos
Además de los desafíos clínicos, el departamento enfrenta obstáculos en la calidad de los datos, como lo demuestra la falta de conducta y clasificación en ocho casos identificados. Estos errores, aunque identificados, requieren una atención inmediata para garantizar una gestión eficaz y precisa de la situación.
El panorama se agrava al considerar el comportamiento endémico del dengue en la región, que muestra un incremento hiperendémico con un nuevo pico de casos entre las semanas 14 y 16. Este aumento repentino puede atribuirse a rezagos y ajustes en la fecha de inicio de síntomas, lo que subraya la necesidad de una vigilancia constante y una respuesta ágil por parte de las autoridades sanitarias.
En respuesta a esta crisis sanitaria, se han intensificado las intervenciones desde el programa de Enfermedades Transmitidas por Vectores (ETV), la vigilancia entomológica, la vigilancia de laboratorio y la Vigilancia Epidemiológica.
Sin embargo, se requiere una coordinación estrecha entre los Entes Territoriales, las Entidades Administradoras de Planes de Beneficios (EAPB), las Instituciones Prestadoras de Salud (IPS) y la Universidad Nacional de Colombia para hacer frente a este desafío de salud pública.
Factores climáticos y urbanización disparan casos de dengue en América
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha lanzado una alerta sobre el dramático incremento de casos de dengue en el continente americano.
La preocupante escalada de esta enfermedad ha colocado a Brasil, Paraguay y Argentina en el epicentro de la crisis, concentrando entre los tres el 92% de los casos y el 87% de los decesos. El aumento de la incidencia en estos países se atribuye principalmente a la época de mayor transmisión en el hemisferio sur, favorecida por condiciones climáticas óptimas para la proliferación del mosquito Aedes aegypti, vector del virus del dengue.
Además, la presencia del mosco y de la enfermedad se ha ampliado a nuevas zonas, lo cual plantea una preocupación significativa sobre la preparación de algunos países para manejar un incremento en los casos. La situación es aún más alarmante, dado que ahora se reporta una creciente incidencia en territorios como Barbados, Costa Rica, Guadalupe, Guatemala, Martinica y México, regiones donde históricamente la transmisión se intensifica en la segunda mitad del año.
La OPS identifica diversos factores ambientales y socioeconómicos detrás de este auge del dengue, entre ellos el aumento de temperaturas, eventos climáticos extremos y el fenómeno de El Niño, además del rápido crecimiento poblacional y la urbanización sin planificación adecuada. Estas condiciones, combinadas con la deficiente gestión de agua y saneamiento, fomentan la creación de criaderos para el mosquito.
Recomendaciones
Para prevenir el dengue, es fundamental eliminar los depósitos de agua que puedan servir como criaderos para los mosquitos, reduciendo así su reproducción. Para lograrlo, se deben seguir una serie de medidas:
Cambiar regularmente el agua de los bebederos de animales y de los floreros.
Tapar los recipientes que contengan agua y eliminar la basura acumulada en patios y áreas al aire libre, así como deshacerse de llantas u otros objetos que puedan almacenar agua en lugares cerrados.
Utilizar repelentes en las áreas del cuerpo expuestas y usar ropa adecuada, como camisas de manga larga y pantalones largos.
Colocar mosquiteros o toldillos en las camas, especialmente cuando hay personas enfermas, para evitar que los mosquitos infecten a otras personas.
Lavar y cepillar regularmente tanques y albercas para eliminar posibles criaderos de mosquitos.
Recoger basura y residuos sólidos en terrenos baldíos y mantener limpio el entorno, participando en jornadas comunitarias de recolección de objetos inservibles.
Utilizar prendas de vestir largas que cubran brazos y piernas, especialmente en áreas donde haya presencia de mosquitos.
Aplicar repelente tanto en la piel como en la ropa.
Usar toldillos para dormir y evitar las picaduras de mosquitos durante la noche.
Es importante prestar atención a los síntomas del dengue, como fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y articulares, erupciones, náuseas, vómitos y sangrado, y acudir al médico si se presentan estos síntomas. Además, se debe eliminar cualquier reservorio de agua, como tarros, botellas o tapas, ya que son medios para la reproducción del mosquito que transmite el dengue.