Por: Carlos Tobar
En los principales centros de educación superior de los Estados Unidos se ha desarrollado un movimiento de protesta política en pro de la causa palestina. Lo que empezara como un hecho aislado de los estudiantes de la universidad de Columbia se ha extendido por todos los campus universitarios a lo largo y ancho del país norteamericano.
En universidades grandes y pequeñas, destacadas como Harvard, MIT o Stanford, hasta centros de educación superior de mediano y pequeño nivel en casi todos los estados de la unión, los estudiantes se han levantado contra la política del gobierno Biden de apoyar militarmente la campaña genocida del gobierno de Israel contra el pueblo palestino.
No importando la represión institucional y policial contra sus campamentos de protesta y resistencia, el movimiento no solo no mengua, sino que se extiende y radicaliza. No se escapan de la masiva reacción estudiantil ni los estados más conservadores como Texas o Florida.
La causa de esta protesta es la respuesta desmedida del gobierno de Israel y sus fuerzas militares, las FDI, al acto terrorista de Hamas contra el pueblo israelí en octubre del año pasado que, asesinó a cerca de 1.200 ciudadanos israelíes, la mayoría civiles.
En su obsesiva meta de destruir los comandos militares del grupo palestino, durante 7 meses las FDI han bombardeado de manera metódica todo el territorio de la franja de Gaza donde se asientan millones de ciudadanos, la mayoría de los cuales no tienen participación activa en la guerra. Se han asesinado más de 35.000 ciudadanos palestinos, la mayoría mujeres y niños, se ha desplazado a millones de familias, destruido sus viviendas, escuelas, hospitales, pero lo peor ha sido la política de cortar e impedir el acceso a alimentos que tiene en riesgo de inanición a millones de palestinos.
Lo que empezó siendo un reclamo justo de Israel, se ha convertido en un rechazo mundial contra la política genocida del gobierno de ese país. Es tal es aislamiento que en la Asamblea general de la ONU se aprobó recientemente una resolución reconociendo al estado palestino con más de 140 votos, 9 en contra y 25 abstenciones.
La mayor implicación política de la rebelión juvenil en los Estados Unidos va a ser en las elecciones presidenciales de este año. El rechazo a la política proisraelí del gobierno Biden puede generar, por lo menos desánimo, en muchos electores de esta franja, sumados a los de ciudadanos de origen árabe que pueden poner en riesgo la reelección del actual mandatario.
Ya en el pasado, los jóvenes norteamericanos han tenido participación efectiva en la condena de políticas imperialistas de su gobierno, como en el caso de la guerra de Vietnam en las décadas de los años 60 y 70 del siglo XX. No solo se opusieron a la intervención militar en ese pequeño país de Asia, sino a la política de reclutamiento para participar directamente en la confrontación. Más de 50.000 ciudadanos norteamericanos murieron inútilmente en esa guerra neocolonial.
Esta es una acción política de jóvenes ilustrados, son la generación de recambio en las esferas de poder, que están hartos de que su país sea el “policía del mundo”.