Los uniformados en Vegalarga, zona rural de Neiva, brindaron una nueva oportunidad de vida a «Kalvin», un perro criollo de aproximadamente tres años de edad, ahora convertido en el fiel compañero de los agentes en la subestación de policía.
Durante una ronda de patrullaje en el casco urbano y sector rural de Vegalarga, los agentes se encontraron con un perrito en condiciones críticas al borde de la carretera. Kalvin, como lo bautizaron luego, presentaba una grave herida abierta en la cabeza y estaba al borde de la muerte. Al ver su lucha por sobrevivir, los policías no dudaron en actuar. Lo trasladaron inmediatamente a la subestación, donde le brindaron los primeros auxilios y atención veterinaria urgente.
Gracias a los cuidados y la dedicación de los policías, Kalvin se recuperó satisfactoriamente. En pocos días, el perrito se ganó el cariño y la admiración de todos en la subestación. Ahora, Kalvin es mucho más que una mascota; es un miembro valioso de la unidad, acompañando a los agentes en sus patrullajes, con sus ladridos y saltos llenos de energía y gratitud.
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El coronel Alexander Castillo Marín, comandante de la Policía Metropolitana de Neiva, expresó: «Kalvin», es la muestra viva de las segundas oportunidades, un símbolo de resiliencia, fortaleza, amistad, lealtad y cariño; que nos colma de alegría cada vez que acompaña a nuestros uniformados en los patrullajes por este bello corregimiento, llevando seguridad y convivencia al territorio”.
Kalvin, con su nueva vida, no solo ha encontrado un hogar, sino que también ha devuelto a sus salvadores una inmensa lección de amor y perseverancia, demostrando que todos merecemos una segunda oportunidad.
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