El expresidente, Álvaro Uribe Vélez, presentó una recusación contra el fiscal primero delegado ante la Corte Suprema de Justicia, Gilberto Villarreal, alegando que no cuenta con garantías suficientes para una defensa adecuada.
Uribe, quien es investigado por presunta manipulación de testigos, argumenta que la presencia de Villarreal en el caso no asegura la objetividad ni la imparcialidad necesarias en el proceso judicial.
En un documento de 36 páginas, el expresidente solicita que el fiscal Villarreal «remita la actuación ante su superior jerárquico para que proceda a la designación de un nuevo fiscal que garantice la objetividad e imparcialidad del proceso, asegurando así el derecho al debido proceso». Según Uribe, existen circunstancias objetivas que cuestionan gravemente la imparcialidad del fiscal, particularmente debido a su relación cercana con Eduardo Montealegre y Jorge Perdomo, antiguos jefes de Villarreal y actuales figuras en el proceso como presuntas víctimas.
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En la audiencia de acusación, el fiscal Villarreal respondió a los señalamientos de Uribe, calificándolos de irresponsables. «La Fiscalía en este caso se encuentra agraviada por los señalamientos irresponsables del acusado Uribe, porque se ha atentado al delegado de la Fiscalía como la sombra de un exfiscal general que se ha presentado como víctima. De manera temeraria se ataca y se aprovecha esa red social y no como debe ser en derecho», manifestó Villarreal.
El desenlace de esta recusación será crucial para el desarrollo del caso contra Álvaro Uribe Vélez, y determinará si se designará un nuevo fiscal que cumpla con las demandas de imparcialidad y objetividad solicitadas por la defensa del expresidente.
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