Sin haber terminado el escrutinio general de las justas electorales, la magister egresada de la Unam, Claudia Sheinbaum Pardo se consolida como la primera presidenta de México en la historia republicana de este país. Con una propuesta que impactó al constituyente primario de este país azteca, se busca que se encuentre el camino a la productividad y el crecimiento económico, con el fin de superar las grandes brechas sociales, que hereda de su antecesor Andrés Manuel López Obrador, que le entregará un país, sumido en la más profunda violencia propiciada por las organizaciones narcoterroristas que se han consolidado en la mayoría de los Estados mejicanos. Actualmente, se presentan cerca de 300 mil homicidios anuales. Aunque recibió el respaldo del actual primer mandatario, esta ilustre mujer científica, tendrá grandes retos para construir una sociedad justa y equitativa durante su periodo de mandato. Aunque México es considerada la segunda economía más grande de América Latina, y que ha mantenido un crecimiento promedio sostenido del 3,4% durante los últimos cinco trimestres consecutivos en años pasados, a pesar de que presenta una repentina desaceleración del 2,5% en los últimos tres meses, tendrá la gran responsabilidad de estructurar estrategias para consolidad un aumento del bienestar de la sociedad mexicana, que presenta unos indicadores adversos, como los que posee actualmente Colombia.
Durante el primer trimestre de la presente vigencia, el Pib mejicano solo se expandió solo 1,9%, muy por debajo de las proyecciones, pero alto para las grandes economías. Y es que López Obrador ha logrado mantenerse popular a pesar del desgaste de gobernar durante cinco años. Revestido por un discurso socialista, nacionalista y populista, pero sin perder de vista que está enfocado en la productividad nacional y en mantener abonado su territorio fértil para las factorías estadounidenses, chinas, europeas y hasta suramericanas, en detrimento de la producción nacional.