El creciente ambiente de protestas sociales que se están presentando en todo el territorio nacional, están generando una semi parálisis de las diferentes actividades económicas, que están diezmando las posibilidades de buscar el sendero de recuperación económica que anhela la población colombiana. Podemos inferir, que el mismo gobierno pareciera que estas acciones delincuenciales se hicieran adrede, provocadas por los permanentes incumplimientos gubernamentales para atender las demandas sociales, que conduzcan a seguir empobreciendo las familias colombianas. Una de las estrategias impulsadas por los gobiernos izquierdistas es lograr la pauperización de las familias, con el fin de someterlas a las políticas públicas de otorgamiento de subsidios para someterlos a la voluntad política de los gobernantes de turno.
Y eso está ocurriendo en el país. Pero el tiro les está saliendo por la culata, como decían nuestros ancestros. El gobierno nacional del cambio no lo está logrando. Está generando un ambiente de rechazo en cada una de las acciones gubernamentales. Todo les está saliendo mal. La improvisación y la incapacidad gubernamental para dirigir los destinos del país se están reflejando en los resultados económicos que emite el Dane y los centros de pensamiento social y económicos del sector gremial. Todos son adversos. Inclusive los recaudos tributarios en la Dian han sido inferiores, a lo previsto por las autoridades económicas nacionales. Solo quedan castillos en el aire. Se les están derrumbando todas las buenas intenciones que han propuesto.
Y los resultados ahí los tenemos. No hay región colombiana, donde no se estén presentando permanentes bloqueos en las vías. El Huila no se sustrae de este viacrucis. Paro de maestros, atentados terroristas, crecientes niveles de extorsión, inseguridad ciudadana, desplazamientos forzados, reclutamientos de menores y asesinatos entre otros actos criminales, están permeando el bienestar general de las familias huilenses. Y como si fuera poco, los bloqueos provocados de las mingas indígenas, que se han trasladado del departamento del Cauca al sector del puente del pescador, con el fin de exigirles al gobierno nacional para que les cumplan las promesas consignadas en las actas firmadas en otrora con estas organizaciones sociales. Son tortuosas las filas de vehículos y motociclistas que se encuentran detenidos en la ruta 45, afectando el libre tránsito por la ruta 45, que integra los corredores viales hacia las regiones del sur del país.
No hay derecho, que nuestro territorio, que poseen las mismas problemáticas, estas organizaciones se ensañen periódicamente contra el bienestar de los huilenses. ¿Por qué no lo hacen en sus regiones de donde provienen? El Cauca, fue uno de los departamentos, que respaldaron al presidente Gustavo Petro para llegar a la presidencia. Y nosotros seamos los afectados por ese incumplimiento gubernamental. Ya llevan más de una semana con esta anarquía y las mismas instancias nacionales, ni siquiera vienen a dialogar con los lideres de esta protesta social. Es insólito.