A pesar del retorno, la minga se mantiene en asamblea permanente y continuará en Bogotá para dar seguimiento a los acuerdos firmados y concertar con las entidades del gobierno nacional que aún no han suscrito acuerdos.
DIARIO DEL HUILA, PRIMER PLANO
Después de ocho días de manifestaciones pacíficas en la Ruta 45, a la altura del puente El Pescador en el municipio de Hobo, los indígenas del Huila han decidido regresar a sus territorios ancestrales. Estas protestas fueron motivadas por el incumplimiento de los acuerdos firmados en el Plan de Acción CRIHU 2023-2026, basados en las resoluciones 1515 de 2021 y 0972 de 2022, radicados en febrero de 2023.
“La minga de resistencia retorna a los territorios ancestrales para seguir fortaleciendo las bases del proceso político organizativo, pero deja claro que, siguiendo las orientaciones de nuestros sabedores espirituales, las autoridades tradicionales y la asamblea, la minga se trasladará a la ciudad de Bogotá para visitar las entidades y ministerios que no mostraron voluntad política para acudir al llamado de los pueblos originarios del Huila”, señaló un vocero de la minga.
A pesar del retorno, la minga se mantiene en asamblea permanente y continuará en Bogotá para dar seguimiento a los acuerdos firmados y concertar con las entidades del gobierno nacional con las que aún no se han suscrito acuerdos. Este seguimiento se realizará bajo los principios de progresividad, inmediatez, coordinación y colaboración, en función del buen vivir de los pueblos originarios del Consejo Regional Indígena del Huila (CRIHU).
La minga expresó su agradecimiento a las entidades gubernamentales que participaron en el diálogo y la concertación durante las manifestaciones. En particular, se destacó el esfuerzo y la responsabilidad de los cuidanderos del territorio, quienes mantuvieron el orden y el control territorial durante los días de concentración en el punto de resistencia.
«Es importante mencionar que lo que identifica a nuestros cuidanderos del territorio es su responsabilidad por el establecimiento del orden y el control territorial de cada territorio ancestral», afirmó el vocero, reconociendo el valor pedagógico de las acciones realizadas en la vía.
Acuerdos alcanzados
Durante las negociaciones en la Ruta 45, se alcanzaron varios acuerdos y compromisos con diferentes entidades gubernamentales. Estos son algunos de los logros destacados:
Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes: Se lograron cinco acuerdos y tres compromisos con la directora de Poblaciones, Diana Quigua González. Estos acuerdos están orientados a la pervivencia de los territorios ancestrales afiliados al CRIHU, conforme a la Resolución 1515.
Departamento Administrativo para la Prosperidad Social (DPS): Se establecieron seis compromisos para el acta de acuerdo en el marco del plan de acción para la pervivencia de los pueblos originarios.
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF): Se concluyeron varios compromisos para el acta de seguimiento del plan de acción por la pervivencia de los pueblos originarios.
Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD): Se generaron cuatro compromisos para el acta de seguimiento de metas e indicadores presupuestales.
El alcalde de Hobo, Alexander Martínez, reconoció el esfuerzo y la responsabilidad de los «cuidanderos» del territorio, quienes se encargaron de mantener el orden y el control territorial durante las jornadas de protesta. «La minga agradece a nuestros cuidanderos del territorio el ejercicio realizado durante estos días de concentración en el punto de resistencia. Se reconoce el esfuerzo, la lucha y responsabilidad para adelantar desde la pedagogía las acciones en la vía», afirmó Martínez.
Desafíos pendientes
Aunque se han logrado avances significativos, la minga reconoció que aún quedan desafíos por delante. La falta de voluntad política por parte de algunas entidades y ministerios ha sido un obstáculo importante, y se espera que la visita a Bogotá ayude a avanzar en la concertación y cumplimiento de los acuerdos pendientes.
El retorno a los territorios no marca el fin de las protestas, sino una reconfiguración de la estrategia para garantizar el cumplimiento de los compromisos adquiridos y la mejora de las condiciones de vida de los pueblos originarios del Huila. La minga continuará en asamblea permanente y seguirá luchando por sus derechos y la pervivencia de sus territorios ancestrales.
Con estos logros y el compromiso renovado de las comunidades indígenas, se espera que el gobierno nacional cumpla con los acuerdos y apoye el desarrollo integral de los pueblos originarios del Huila. La lucha por la justicia y el reconocimiento de los derechos indígenas sigue siendo una prioridad en la agenda de la minga y sus aliados.
Protección de menores
Uno de los acuerdos más importantes fue la protección de niños, niñas y adolescentes. Según la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, se destaca el acuerdo pactado entre el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y la minga indígena del Consejo Regional Indígena del Huila (CRIHU) para proteger a menores y prevenir su reclutamiento por parte de actores armados no estatales. La ONU acompañó el diálogo los días 12 y 13 de junio, comprometiéndose a brindar apoyo técnico y seguimiento.
El ICBF ratificó la construcción de una Casa de Protección para la niñez indígena, garantizando rutas de prevención y protección, análisis de protección con enfoque diferencial, apoyo a la política «Semillas de Vida» y atención a familias priorizadas por el CRIHU.
La implementación del acuerdo y de programas como «Semillas de Vida» y «Tejiendo Interculturalidad», acordados entre ICBF y CRIHU, contribuirán a proteger a la niñez, especialmente del reclutamiento.
Motivos detrás de la movilización
La movilización de la Minga en el Huila respondió a una serie de motivaciones fundamentales que llevaron a las comunidades indígenas y a diversos sectores sociales a tomar acción. Entre las principales razones destacaron la falta de atención al territorio, el incumplimiento de acuerdos previos y la paralización de proyectos que databan desde el año 2019. Además, se buscaba abordar la creciente preocupación por el deterioro del orden público que afectaba a los pueblos ancestrales del suroccidente de Colombia.
Un total de 33 territorios indígenas del Huila se congregaron en el sector del puente El Pescador para participar en esta movilización, a la que también se sumó la Minga popular, social y comunitaria. Esta última integró a diversos sectores sociales, incluyendo campesinos, afrodescendientes, sindicalistas, indígenas y colectivos urbanos de varios departamentos del suroccidente colombiano.
El objetivo principal de la Minga fue proponer acciones concretas que promovieran la recuperación del tejido social en los territorios desde la base. Esto implicó respaldar y proponer alternativas de solución a través de diálogos humanitarios y el fortalecimiento de los pueblos originarios.