Consideramos que es un error histórico del gobierno nacional, no tomar la decisión de retirar la Reforma Tributaria que presentó a consideración del Congreso de la República. Todos los actores de la opinión pública la rechazan por unanimidad. Es absurdo que se persista con esta iniciativa de origen ejecutivo, cuando la sociedad colombiana se encuentra sumida en la más profunda crisis social y económica por la pandemia del Covid, que cada día se propaga más y cobra diariamente un promedio superior de 400 muertes durante los últimos diez días. De nada sirvió el fallo de tutela proferido por el Tribunal de Cundinamarca que prohibió las movilizaciones sociales. Esta acción judicial se convirtió en un reto para todos los manifestantes, que salieron masivamente a marchar en todas las ciudades del país. Todas las actividades económicas se paralizaron.
Pero, estas marchas que transcurrían pacíficamente fueron aprovechadas por vándalos encapuchados que empezaron a generar desórdenes que alteraron el orden público. Se presentaron fuertes disturbios que destruyeron y saquearon algunos establecimientos públicos y privados, parálisis en el transporte público y daños a la infraestructura de las ciudades. Además, ocurrieron masivas expresiones de inconformismo a través de la entonación de cacerolas, ollas y utensilios de cocina, por la aplicación incoherente de los instrumentos de la política macroeconómica por parte del gobierno nacional, que han lesionado ostensiblemente el bienestar de la población en Colombia.
Igualmente, el retiro del respaldo de los sectores políticos afectos al gobierno nacional, que junto con la oposición han expresado públicamente que no la votarán. Así como se encuentran las cosas, se vislumbra un panorama incierto en el trámite de esta reforma. Consideramos pertinente que el ejecutivo debe retirar esta Reforma de Subsidios Sostenibles como se denomina este esperpento de modificación de la estructura tributaria del país.
El alto equipo económico debe repensar la forma como obtener los recursos que se necesitan para equilibrar las finanzas públicas nacionales, sin necesidad de meterle la mano al bolsillo. Se deben explorar otras alternativas, con el fin de disminuir la tensión social que se ha desatado en el territorio nacional. Inclusive los organizadores del paro y la oposición han expresado que se mantiene la orden de paro. Ayer nuevamente en algunas ciudades del país, continuaban los desórdenes en el orden público, en medio de esta cruda pandemia de este virus mortal que está amenazando la supervivencia de los colombianos.
Se deben adoptar severas medidas de austeridad en el gasto público, control a la evasión, utilización de las reservas internacionales y una eventual emisión de dinero, así se vaya en contra vía de la ortodoxia monetarista. Vale la pena aplicar estas medidas por la salud de la República.