Por: Luis Alfonso Albarracín Palomino
Anoche terminaron todos los eventos programados en la versión 63° del Festival del Bambuco en San Juan y San Pedro, con un positivo balance, por la valiosa contribución que tuvieron para darle un respiro a la dinámica económica de esta región. Los sectores de hotelería y turismo estuvieron en unos niveles superiores al 90% de su capacidad instalada. Muchos amigos y parientes que arribaron a esta ciudad me comentaban que no encontraron alojamiento disponible y los restaurantes y gastrobares estuvieron bastante visitados. Hay que reconocerle al gobierno departamental y a las autoridades militares que a pesar de algunos brotes de delincuencia que se presentaron de manera aislada, tuvieron el control en todos los actos folclóricos que se desarrollaron. El gobernador Rodrigo Villalba Mosquera, y a su equipo de gobierno, nuestro reconocimiento. Igualmente, a los organizadores de este magno certamen, nuestras felicitaciones. Aunque hubo críticas en algunos aspectos, lo bueno superó las pequeñas deficiencias que ocurrieron.
El gran desfile folclórico se desarrolló con la participación de las candidatas al Reinado Nacional del Bambuco, carrozas, comparsas, grupos folclóricos, bandas, cabalgata, entre otros, y en la noche anterior con la velada de elección y coronación de la Reina Nacional del Bambuco, en el parque de la música “Jorge Villamil Cordovés. Así se clausuraron estas festividades, dejando gratos recuerdos a propios y visitantes por la diversidad folclórica que tuvimos la oportunidad de presenciar. Durante estos días tuvimos el agrado y el placer de vivir el mejor ambiente festivo que se respiró en nuestro territorio huilense. Aunque teníamos una incertidumbre por la ocurrencia de 17 atentados terroristas que se habían presentado recientemente en los últimos tres meses en la capital del departamento, los organismos de seguridad lograron contrarrestar esta situación que amenazaba con deteriorar la buena imagen que goza este festival, a nivel nacional e internacional. Se volvió a recuperar el ambiente fiestero que tanto anhelábamos.
Igualmente, se volvieron a recuperar las fiestas para el pueblo. Los controles que ejercieron las autoridades departamentales y municipales con el apoyo de la policía nacional, que, junto con el Ejército Colombiano, lograron que las organizaciones subversivas que hacen presencia en el territorio huilense estuvieran controladas y pudiera haber paz y tranquilidad en los eventos folclóricos y en las vías del departamento. Todas las actividades festivas estuvieron bastante concurridas. Esperemos que los organizadores les presenten a la opinión pública, los resultados de estas festividades. Todo fue pura fiesta y lo importante del balance para los organizadores, es que volvieron a ser, para el pueblo huilense. Con un balance satisfactorio, se cumplieron las expectativas que se tenían previsto, permitiendo a la sociedad, gozar y compenetrarse con todas las actividades culturales y artísticas programadas.
