Los hechos ocurrieron hace 18 años en el municipio de El Agrado (Huila). El Ejército se le endilgó la responsabilidad de esa muerte, pese a que fue pasional. $325 millones tendrá que pagar el Estado.
Diario del Huila, Investigación
Carlos Andrés Pérez Trujillo
Nuevamente el Consejo de Estado hizo justicia en un trágico episodio de amor, cuyas familiares víctimas no les dio la razón el Tribunal Administrativo del Huila.
La historia es la siguiente: el 26 de junio de 2006 en el municipio de El Agrado fue asesinado por hombres del Ejército Nacional, Ferney Velásquez Huertas. El hecho fue probado por la justicia ordinaria, a tal punto que su asesino, el cabo III Helio Rodrigo Plata Rodríguez, fue condenado el 20 de febrero de 2007 por el Juzgado Penal del Circuito de Garzón, luego de que confesara su crimen. Pese a esto, cuando la familia buscó una reparación moral y material el Tribunal Administrativo del Huila les negó las pretensiones en febrero de 2016.
El al alto tribunal en el Huila señaló que la muerte de Velásquez Huertas fue causada por un miembro del Ejército y con arma de dotación oficial. Sin embargo, precisó que el hecho no tuvo conexidad con el servicio y se trató de la “conducta personal del agente”, por un conflicto personal entre el militar y la víctima directa, derivado de que la compañera sentimental del militar había sido pareja del fallecido.
Sin embargo, para la familia el militar “se encontraba bajo el cumplimiento de unos deberes” al momento del hecho violento y, en provecho de su posición dominante, abusó de sus facultades. “El hecho se trató de una ejecución extrajudicial y fue causado de forma dolosa, por lo que resulta imputable al Ejército a título de falla del servicio”.
Daños imputables al Ejército
En Consejo de Estado al estudiar el caso aseguró que estaba probado que el cabo Plata Rodríguez (adscrito al Batallón Cacique Pigoanza de Garzón, Huila), fue quien realizó el disparo cuando portaba prendas de uso privativo del Ejército, según oficio No. 064 del 26 de julio de 2006 suscrito por el comandante de la Estación de Policía de El Agrado.
Adicional a eso, según las declaraciones de los soldados Jhon Cerquera Cadena y Jhon Rodríguez Narváez, el hecho ocurrió luego de que el cabo Helio Plata Rodríguez recibiera una llamada que lo alteró y lo instó a evadirse de sus funciones, sin autorización del sitio donde estaba acuartelado para trasladarse a El Agrado (Huila). El cabo Plata Rodríguez ordenó a dos soldados que lo siguieran hasta el pueblo y, una vez allí, estos se enteraron que la situación involucraba a la señora Norma Constanza Trujillo, novia del cabo, y al señor Ferney Velásquez Huertas; ellos declararon que no pudieron evitar que el cabo le disparara a éste último.
“Yo me encontraba para ese día en la escuadra, o sea con los otros soldados de la compañía Girardot. A eso de las 18:00 (horas) de la tarde yo estaba donde estábamos todos, en una Vega y estábamos cenando cuando llegó mi cabo Helio Plata Rodríguez, salió corriendo y me llamó a mí y dijo “Rodríguez, Cerquera síganme” y yo llegué cogí mi fusil de dotación oficial y arranqué a correr hacia la parte de El Agrado y yo iba detrás del Cabo Plata. John Rodríguez también iba conmigo porque el cabo nos dio la orden a los dos (…) llegamos a El Agrado y faltando una cuadra para llegar al parque, llegó la señora de mi cabo Plata que se llama Norma Constanza, pero los apellidos no me acuerdo, y ella me decía que cogiera al cabo Plata que no lo fuera a dejar hacer nada porque él iba a matar a un señor y yo no lo pude coger; el cabo Plata siguió corriendo en el Agrado por el lado hacia la iglesia y llegó a una cantina donde habían unos señores tomando con una muchacha y él llegó y apuntó con el fusil a esos señores, y yo en esos momentos cogí al cabo Plata y le dije que qué iba a hacer, que ahí no estaba ese señor el finado, al que andaba buscando mi cabo Plata. Yo en esos momentos lo cogí con la señora de él y nos fuimos llevándolo hacia la parte de abajo del parque; para el lado donde está una droguería que queda con la carretera central de El Agrado”, relató el soldado Jhon Cerquera Cadena en su declaración judicial.
Sin embargo, lo peor estaba por ocurrir, pasados unos minutos, el cabo Plata seguía pidiendo que lo soltaran. En ese momento cerca a la cantina llegó en una moto Ferney Velásquez Huertas, “El cabo Plata en estos momentos me hizo mucha fuerza y se me soltó y de una vez salió corriendo para donde estaba el señor que murió, el cabo Plata le dijo “hijueputa, malparido, lo voy a matar” y le apuntó con el fusil de él y le disparó varias veces”, recalcó el soldado.
Entre tanto, el otro soldado, Jhon Rodríguez Narváez le decía Ferney Velásquez que se fuera, pero él lo único que hacía era reír. “Nosotros con el soldado Cerquera no sabíamos a qué iba sino hasta que llegamos al parque de El Agrado y fue cuando intentamos quitarle el fusil, lo que no pudimos”, manifestó, al tiempo que hizo énfasis “el cabo Plata no pidió permiso a los superiores para irse hasta El Agrado”.
Una relación difícil
La relación de Norma Constanza Trujillo con el cabo Plata Rodríguez fue probada; asimismo, se supo que era la exnovia de Ferney Velásquez Huertas. Lo que quedó en evidencia fue la pésima relación entre Velásquez y el cabo. “La víctima ofendía al cabo manifestándole que aún conservaba la relación con aquella. Además, que el día de los hechos dicha enemistad se plasmó en una conversación telefónica entre ambos”.
Para Norma Constanza desde que el cabo inició una relación con ella, Ferney se la montó a él “…lo vivía llamando, lo vivía tratando mal, lo vivía amenazando”. Precisó que el día de los hechos se encontró en El Agrado con Velásquez Huerta y su novia (Carine Solano Cubillos); aseguró que la hizo caer de su moto y la amenazó por estar con el cabo Plata. Cuando Norma lo llamó a contarle lo sucedido, le rapó el celular “…y empezó a insultar a Helio, le decía gran hijueputa si quiere venga y nos matamos que a usted le queda grande ese uniforme, yo siempre le he dicho a usted que usted es un recluta que se la pasa es lambiendo ollas y usted muy bien sabe que estoy con su mujer”.
Finalmente, ese 26 de junio, en plenas festividades de mitad de año, fue asesinado Ferney a manos del cabo Plata. Por estos hechos su familia pidió una indemnización que el Consejo de Estado analizó y concedió.
Así, a su madre Ana Rita Huertas se ordenó el pago de 100 salarios mínimos ($130 millones); mientras que, a cada uno de sus tres hermanos, Orfa, Brigida y José Cerley se les concedió $65 millones.
Por su parte, la novia Carine Solano no recibió parte alguna, pues no se probó una suficiente relación. Ella señaló inicialmente que Ferney Velásquez Huertas tenía un taller de motos y “él le enviaba plata a la mamá producto de su trabajo”. No obstante, posteriormente en el proceso le preguntaron si la muerte de la víctima había causado perjuicios a sus familiares, a lo cual respondió: “No, que yo sepa”.
