El recién investido presidente José Raúl Mulino ha decidido enfrentar la problemática de la migración ilegal a través del Tapón del Darién con la instalación de alambre de púas.
Apenas horas después de asumir el cargo, Mulino anunció el cierre de tres pasos migratorios frecuentados por personas que transitan desde Colombia hacia Centroamérica.
Durante su discurso de posesión, el presidente Mulino expresó con firmeza su determinación de frenar el tránsito ilegal por la peligrosa selva del Darién. «No podemos seguir financiando el costo económico y social que la inmigración ilegal masiva genera al país. Con la vinculación de organizaciones criminales internacionales, Panamá no será más un país de tránsito para los ilegales», subrayó Mulino, dejando clara su postura intransigente frente al problema.
La implementación de estas medidas no se hizo esperar. Informes locales confirmaron que el gobierno panameño ha comenzado la instalación de vallas de alambre de púas en los puntos cerrados.
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Luis Fernando Martínez, alcalde de Acandí, Chocó, expresó a Blu Radio: «Ya las mallas están, pues ya hay videos que me han llegado a mí, donde se ve que la estructura es bastante agresiva, donde se quiere definitivamente limitar el paso», declaró Martínez, evidenciando la creciente tensión en la frontera.
Mientras tanto, desde el Consejo Comunitario de la Cuenca del río Acandí aseguran que, por el momento, la situación se mantiene en calma, aunque la preocupación por las implicaciones de estas drásticas medidas sigue latente en las comunidades afectadas.
La política migratoria de Mulino marca un antes y un después en la gestión de la migración ilegal en la región, abriendo un capítulo de incertidumbre y desafíos tanto para Panamá como para sus países vecinos.
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