Alvaro Hernando Cardona González
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) es un organismo de la ONU que coordina sus actividades ambientales y apoya a los países en desarrollar y aplicar políticas y prácticas ecológicamente racionales. Este programa, creado como consecuencia de la Primera Conferencia Mundial por el Medio Humano, realizada en Estocolmo en 1972. Este programa tiene sede administrativa en Nairobi (Kenia).
La última semana de febrero de este 2024, claro, en Nairobi, los ministros encargados de las problemáticas ambientales de los países miembros de la ONU, expertos, científicos y otros actores claves en comprender y atender la degradación de la naturaleza, se reunieron en la sexta Asamblea de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente (UNEA-6, en inglés). El encuentro fue fundamental en la agenda ambiental global, pues se procuró algunos definitivos acuerdos para enfrentar la triple crisis climática que tiene que ver con la contaminación, la pérdida de la biodiversidad y el cambio climático (como lo explicamos la semana pasada en este mismo espacio).
Como tantas asambleas sobre el medio natural anteriores, la UNEA-6 se inauguró con el martilleo de un mazo fabricado con tapas de botellas de plástico recicladas del relleno sanitario de Dandora en la misma capital keniana. Esto, de manera simbólica dado que en la UNEA-5 se había acordado el compromiso de todos por combatir la contaminación plástica. En aquel momento, los países acordaron una resolución destinada a elaborar un instrumento mundial jurídicamente vinculante para poner fin a la contaminación por plásticos. Precisamente durante esta Asamblea del 2024, se creó un premio llamado “Jóvenes Campeones”, como estrategia para reconocer a personas de entre 18 y 30 años con ideas innovadoras para impulsar un cambio ambiental crítico como aporte a un futuro mejor.
No obstante estos buenos propósitos, surgen críticas y razonables. Por ejemplo, muchos en las redes sociales se preguntaron si la fabricación de un martillo de hecho de plástico, contribuye definitivamente a la solución de los problemas de dicho residuo; o por qué no se utilizaron recursos aportados por la ONU en la solución de los efectos causados, en la misma sede del PNUMA, por el relleno sanitario de Dandora.
Y por supuesto, como ha ocurrido con todas las reuniones multilaterales, se hicieron críticas por el gran impacto que tienen miles de vuelos aéreos desde todos los rincones del planeta, con dignatarios, periodistas y estudiosos aumentando los gases de efecto invernadero. Definitivamente cada vez la coherencia llama a su atención.