Los funcionarios judiciales encargados de recepcionar las denuncias que realizan las mujeres víctimas de malos tratos, ‘encasillan’ algunos de estos casos, en la categoría de lesiones personales, y son las afectadas, las que cuentan con recursos, quienes pueden contratar un abogado e inician el proceso para con los elementos probatorios necesarios, logran cambiar la tipificación del delito a violencia intrafamiliar.
Desafortunadamente, así ocurrió a la en su momento funcionaria de la Alcaldía de Neiva, Salomé Bahamón, quien fue atacada por su compañero sentimental, Felipe Banegas.
Neiva y Huila y violencia contra la mujer
En relación al informe del Instituto Nacional de Salud (INS), donde aparecen los municipios y departamentos del país con altos cifras de violencia contra la mujer, Diario del Huila, dialogó con Lourdes Paola Mateus, abogada y concejala, quien señaló: “esta es una cifra que a nosotras no nos sorprende, ya que desde nuestra curul, hemos venido insistiendo en ella durante varios años y Neiva y el Departamento, han estado por encima siempre de la media nacional en casos de violencia de género y familiar”.
“Que es lo complicado de esto, que el porcentaje de denuncias que se interponen, no son concluidas o se demoran los procesos judiciales y especialmente la falta de seguimiento institucional que sigue existiendo, entonces son cifras que vienen desde bases de datos del Sistema de Salud Pública (SIVIGILA), de la Fiscalía. Sin lugar a dudas hay un subregistro que no permite ver el panorama real, o sea esta cifra que es muy grave, se encuentra por encima de la media nacional. A nosotras no nos cabe duda que es mucho más alta por los hechos que no se denuncian”, enfatizó la funcionaria.
Además, hay mujeres que optan por no declarar los casos que las afectan e incluso no reconocen que están en inmersas en hechos violentos en sus hogares o entornos laborales y educativos.
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¿Se normalizó esta violencia?
“Hay mujeres que no conocen sus derechos. Incluso hemos visto la normalización de la situación de violencia contra la mujer, vemos agresiones en espacios culturales, no reconocen el persecución callejera, como violencia de género. Existen jovencitas que no saben que es el acoso escolar que pueden ejercer profesores, basados en sus relaciones de poder frente a las estudiantes”, reveló la concejala.
Al parecer, esta clase de hechos, generan un subregistro, por el desconocimiento de una parte de las afectadas que no reconocen los episodios de violencia contra ellas. En este sentido, haría falta capacidad institucional para difundir estos indicativos de agresiones y las rutas a las que pueden acceder.
Profesores e investigaciones
“Y es la institucionalidad la que no activa la Ruta de Atención de Violencia Intrafamiliar o desestima las denuncias o los procesos judiciales acaban siendo archivados por los tiempos”, reveló Lourdes Mateus.
“En cuanto a denuncias escolares hemos denunciado varios casos que suceden en los colegios públicos y según el último informe que tenemos, hay 12 procesos abiertos de denuncia contra profesores que hoy siguen laborando en las Instituciones Educativas de la ciudad y por miedo a la relación de poder que ejercen los docentes, las víctimas no dan a conocer los casos”, destacó la abogada.
Según la cabildante, las estudiantes no declaran contra sus ‘verdugos’, porque a pesar de las denuncias, los profesores siguen en sus cargos, laborando en los mismos colegios.
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Víctimas, confianza y justicia
“Las víctimas no denuncian porque no tienen confianza en la institucionalidad, porque la afectada que realiza la declaración, se expone a dos situaciones complejas, primero termina siendo doblemente victimizada por la sociedad con las críticas, como son la generación de cristal no aguantan nada, o estaba vestida de cierta manera, usted siempre va a ser la culpable. Siempre hay una justificación para salvaguardar al violento”, agregó la profesional del derecho.
Y el acceso a la justicia sería lento en adelantar este tipo de investigaciones. No actuaría de manera adecuada.
“Además, algunos funcionarios judiciales, tienen fallas a la hora de recepcionar los casos. Este aspecto es una conducta reiterada, aquí tuvimos el hecho donde el protagonista fue el Contralor Departamental, donde la víctima en el momento de hacer la denuncia, no se la recibieron por violencia intrafamiliar, sino por lesiones personales. Y ella con su abogada y las pruebas aportadas, logró que se cambiara la tipificación del delito, pero tuvo el privilegio de pagar a un profesional para que la defendiera. Desafortunadamente la mayoría de las mujeres perjudicadas por estos hechos pertenecen a zonas vulnerables, quienes dependen emocional y económicamente de sus parejas, ellas solo tienen a los abogados de oficio para que las represente, y hay que decirlo, la justicia, no está diseñada para que ellas puedan acceder a ella con facilidad”, denunció la política.
“Existe un desconocimiento de los funcionarios judiciales en las activaciones de las rutas de violencia contra la mujer. Íbamos a presentar el proyecto ‘Neiva, sin violencia, Neiva sin acoso, pero lo retrasamos justamente para incluir la violencia en espacios culturales, como ocurrió en las recientes fiestas de San Juan y San Pedro”, dijo Lourdes Mateus.
Cifras vergonzosas
Y es que en un informe presentado por el Instituto Nacional de Salud en el pasado mes de junio del año en curso, reveló que en lo que va corrido del año, fueron notificados a esta entidad, a través de los registros en instituciones prestadoras de servicios de salud, un total de 66.621 casos de violencia de género. Desde el INS, el director general, hizo un llamado a la cero tolerancia contra cualquier tipo de violencia, especialmente contra la mujer y los niños, quienes son los más vulnerados.
Según, Giovanny Rubiano García, director general del INS: “una mujer violentada tiene mayor riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con su salud mental, así como una mayor dificultad para acceder a la atención de las distintas causas de enfermedad y muerte en la mujer, que tienen relación con la salud materna, reproductiva, sexual y otras.”
En cuanto a las cifras reportadas por las entidades territoriales, la mayoría de los casos se concentran en Bogotá, 14.427, Antioquia 7.670, Cundinamarca 6.040, Cali 3.177, Valle del Cauca 2.969 Santander 2.830 y Huila 2.722. En algunos municipios del país, las mayores cifras se concentran en Medellín 2.745, Soacha 1.351, Bucaramanga 794, Pereira 710, Neiva 674, Fusagasugá 653, Montería 637, Cúcuta 624, entre otros.
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Ataques contra la mujer
Y en relación a esta problemática que padecen cientos de mujeres huilenses y colombianas, Clara Eugenia Peña, secretaria de la Mujer, Infancia y Adolescencia de Neiva, señaló. “La violencia contra la mujer, no debería existir. Ni ningún flagelo que vulnere la dignidad, el aspecto físico o la emocionalidad de ninguna dama o ser humano, por eso es importante que todos entendamos que nadie es dueño de nadie y que simplemente debemos respetar esas diferencias”.
En relación a la violencia contra la mujer en la capital opita, entre el periodo comprendido entre enero y mayo de 2023, se registraron, 811 casos que fueron atendidos por el sector salud.
“Esta flagelo es problema de toda la sociedad. Las mujeres por la dependencia económica, o la falta de una red familiar, permiten y normalizan el tema de violencia hacia ellas”, dijo la funcionaria.
