Hasta el momento ha sido infructuosa la iniciativa del gobierno nacional de buscar la anhelada paz total con todas las organizaciones narcoterroristas que existen en el país. Desafortunadamente la flexibilidad que ha tenido el presidente Petro, para lograr un acercamiento con èstos, para bajar la intensidad del conflicto que vivimos, se ha convertido en un efecto dominó adverso para las expectivas del ejecutivo. Diariamente estamos sometidos a la voluntad de la delincuencia, que cada vez es más creciente. Ha sido errada la política de debilitar el accionar de las Fuerzas Militares del país y de la Fuerza Pública, con el fin de cumplirle los pactos adquiridos en la Picota durante la jornada electoral que lo llevó a la presidencia, lo cual, ha generado un aumento de masacres, asesinatos selectivos extorsiones, atracos, bloqueos en las vías, narcotráfico, entre otros hechos, que están desestabilizando el bienestar de las familias colombianas.
Durante la vigencia de 2023, se presentaron en el país 94 masacres en el territorio colombiano. Durante el presente año, han ocurrido 94 asesinatos colectivos que tiene muy preocupados a las familias colombianas, por la incapacidad gubernamental de frenarlo, producto del incremento de la presencia de las organizaciones narcoterroristas en la mayoría de las regiones del país. Durante el presente periodo presidencial, han ocurrido 653 secuestros extorsivos, 224 masacres, 720 víctimas, 180 niños reclutados por la guerrilla, 720 municipios donde tienen dominio la delincuencia criminal de la guerrilla, cifras que fueron denunciadas en la instalación el pasado 20 de julio en las sesiones ordinarias del congreso de la Republica. Lo desconcertante es la aptitud del gobierno nacional, que se encuentra aislado del contexto nacional, pensando en la vida del universo y del cosmos. Parece que no le interesara la creciente inestabilidad social, económica y política que presenta la sociedad colombiana. Como lo decíamos el día anterior en el editorial de esta tribuna de opinión, el Huila se ha Caucanizado por la presencia bélica que están ejerciendo la criminalidad creciente que está afectando la dinámica productiva y la tranquilidad de las familias huilenses.
El domingo anterior, se presentó una masacre donde asesinaron a cinco ciudadanos, donde dos eran nativos de esta localidad y los tres restantes provenían del Caquetá, Putumayo y Venezuela. A pesar del esfuerzo del gobierno departamental y de los organismos de seguridad del Estado en esta región, el accionar belicista de estos grupos armados están superando la capacidad de respuesta de las autoridades para contrarrestarlos. La periodicidad de estos incidentes sugiere una tendencia alarmante que compromete la paz y la seguridad de la región. Igualmente, esta situación se está presentando en otros departamentos. El hallazgo diario de personas asesinadas, también contribuyen a este fenómeno desestabilizador que están presentando las regiones colombianas. Muy preocupante este panorama de violencia que se está viviendo en el país.
