El 17 de agosto de 2024, el municipio de Anzoátegui, en Tolima, fue escenario de un ataque con drones perpetrado por disidencias de las FARC, en un contexto en el que, a pesar de los diálogos de paz impulsados por el Gobierno nacional, estos grupos armados continúan ejecutando acciones violentas contra la fuerza pública y la población civil en varias regiones del país.
Según testimonios de los habitantes, un objeto no identificado sobrevoló el área céntrica del pueblo antes de atacar la estación de policía local, dejando a un patrullero herido. Este ataque se suma a una preocupante tendencia de uso de drones con explosivos por parte de las disidencias, que ya cuentan con una «unidad de droneros», como lo han señalado las Fuerzas Militares.
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Tras el ataque, la gobernadora de Tolima, Adriana Magali Matiz, denunció un segundo ataque con drones el mismo día y reiteró su firme rechazo a la impunidad de los actos criminales. «Como Gobernadora, no voy a permitir que la delincuencia y el terrorismo se sientan impunes en nuestro territorio», declaró Matiz, exigiendo la intervención del Gobierno nacional para fortalecer la seguridad en la región.
La senadora María Fernanda Cabal también se pronunció sobre la situación, criticando al presidente Gustavo Petro y cuestionando su ausencia en la respuesta a estos hechos violentos: «¿Dónde está Petro?», preguntó Cabal, aludiendo a la creciente presencia de las disidencias en departamentos como Tolima, Meta, Caquetá, Cauca, Huila y Guaviare.
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En respuesta a los ataques, las Fuerzas Militares desplegaron un comando de la Sexta Brigada del Ejército Nacional en Anzoátegui para reforzar la seguridad y proteger a los uniformados de nuevos atentados. Sin embargo, la gobernadora Matiz insistió en la necesidad de una acción más contundente por parte del Gobierno. «Exijo nuevamente al Gobierno Nacional que tome medidas inmediatas para fortalecer la seguridad en el Tolima y brinde el apoyo necesario para que nuestra fuerza pública pueda actuar con efectividad contra estos grupos ilegales», subrayó.
Matiz recordó que ya en abril de 2024 había denunciado la presencia de las disidencias en Anzoátegui, sin que se tomaran medidas preventivas. La situación se ha agravado, con pancartas alusivas al grupo guerrillero visibles en la zona, lo que ha incrementado la tensión y el temor entre los habitantes.
