El gobierno de Gustavo Petro no tiene llenadera. Nada los colma. Ni los $380.000 millones de pesos robados en la UNGRD, ni los otros tantos miles de millones de pesos sobre pagados en el negocio de la compra de tierras por la ANT, ni los miles de millones que se han robado en el ICBF que es dinero de los niños abandonados e indigentes, ni las billonarias perdidas de Ecopetrol, nada, nada los llena y parece que nada los detiene. Sin sonrojarse el cuestionado ministro de hacienda Ricardo Bonilla, ha anunciado la presentación de un nuevo proyecto de reforma tributaria para suplir los faltantes del deficitario presupuesto de 2.024, y con la nueva reforma aspiran a tener los recursos que necesitan para comprar más congresistas vagabundos, y de paso, aceitar a los partidos cómplices de la fanfarria.
El senador del partido Verde JP Hernández, el “influencer” más votado en las pasadas elecciones, acostumbrado a hacer política montado en el estribo de la infamia, salió hace pocos días a meterle miedo a los colombianos, diciéndoles que la oposición está en peligro de perder las elecciones. ¡Basura señores! JP llego al senado insultando al Dr Álvaro Uribe Vélez, y ha visto ahora la oportunidad de sacar pecho acusando de lo divino y de lo humano al gobierno presidido por su antiguo compañero de coalición, líder del Pacto Histórico, la Colombia Humana y el partido Verde de su exjefe Carlos Ramón González (exM-19) hoy director de la ANI. Antiguo SIC en épocas de bárbaras pasiones en la historia de Colombia.
JP anda diciendo que Petro es “dueño” de 5,0 millones de seguidores, a los que, según el Youtuber, los tiene “cautivos”, a pesar de los monumentales errores y escándalos del régimen Petrista. ¡Uy! ¡Que susto! Basura, pura basura. Al señor Hernández, se le olvido que no lo olvide: En las elecciones de 2022 el Influencer Hernández decidió apoyar la candidatura de Rodolfo Hernández a la presidencia, sin embargo, después de la primera vuelta retiro dicho apoyo porque “la derecha “decidió apoyar a dicho candidato. JP es ambidiestro, según parece. Utiliza, a su acomodo, la derecha y la izquierda con mucha facilidad.
Regresando a la propuesta vaga del ejecutivo de llevar a estudio del Congreso de la Republica una nueva reforma tributaria, en vísperas de las elecciones de congreso, la veo como otro pajazo mental del Gobierno.
Pero lo grave es que, de manera increíble el salvador del Mundo, Gustavo Petro, que ha sido critico feroz de la historia de Colombia ahora se volvió como Zaqueo, conocido por ser un recaudador de impuestos, un cargo que estaba asociado con la corrupción y el desprecio. El gobierno quiere elevar el gravamen de las operaciones financieras (saquear) que se han mantenido en el 4×1.000 al 5×1.000. No sé cuántos discursos pronunció en el congreso Gustavo Petro lanzando fuego, rayos y centellas, y enviando al infierno a Andrés Pastrana, a Álvaro Uribe, a su mentor Juan Manuel Santos y a Iván Duque, presidentes que sostuvieron ese gravamen contra todo pronóstico de los entendidos en la materia, por la razón de que, sacándole al pueblo la plática por la derecha, mantenían la caja en la tesorería para gastarla. Ahora le dicen a Petro: “Gustavo el alcabalero”. Al que no quiere caldo, se le dan tres tazas. Julio Bahamón.
