Este viernes 30 de agosto, el país se verá atravesado por una extensa red de «caravanas pacíficas», organizadas por la Asociación Colombiana de Camioneros (ACC), en respuesta al reciente anuncio del gobierno sobre el inminente aumento en el precio del ACPM (diésel).
La causa inmediata de esta movilización es el anuncio hecho por el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, quien confirmó que el precio del diésel aumentará en $6.000 antes de que finalice el 2024, repartido en tres incrementos semestrales de $2.000 cada uno. Esta medida se adoptará de forma unilateral, dado que las negociaciones con los gremios transportadores no llegaron a buen puerto.
Según los líderes de la ACC, este aumento podría tener consecuencias notables para la industria del transporte, elevando los precios de los fletes entre un 21% y un 30%, un golpe que muchos transportadores simplemente no podrán soportar. «Estamos hablando de la supervivencia de miles de familias que dependen de esta actividad», expresó un portavoz de la ACC.
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Las caravanas comenzarán a rodar entre las 6:00 y las 9:00 de la mañana en diversos puntos del país, desde grandes ciudades hasta regiones más apartadas. Los organizadores han enfatizado que la protesta será pacífica, pero con la firmeza necesaria para que sus voces sean escuchadas. Las caravanas se desplazarán por las principales vías nacionales, generando inevitablemente un impacto en el tráfico y la logística diaria.
Mientras el país espera el inicio de estas caravanas, la pregunta que queda en el aire es si este movimiento logrará que el gobierno reconsidere su postura, o si, por el contrario, marcará el inicio de una escalada de tensiones que podría desembocar en una crisis de mayor envergadura.
«Estamos enfrentando una brecha de $6.000 en el precio del diésel. A pesar de los intentos de negociación con los gremios transportadores, no hemos logrado un consenso. Este ajuste es necesario para empezar a cerrar el déficit del ACPM en el Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles (FEPC)», declaró el ministro Bonilla, días atrás.
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