En los últimos años, Neiva ha enfrentado trágicas pérdidas relacionadas con procedimientos estéticos que han cobrado la vida de varias mujeres y dejado secuelas irreparables. Estos eventos subrayan la urgente necesidad de una mejor regulación y supervisión en este sector.El caso más reciente es el de Celmira Adames Chavarro de 61 años, quien falleció el 21 de agosto de 2024 tras someterse a cuatro cirugías en la Clínica Alejandría, bajo el cuidado del cirujano Luis Yesid Martínez Laguna. La intervención parecía exitosa inicialmente, pero un tromboembolismo pulmonar masivo resultó fatal.En diciembre de 2020, Diana Zulay Caballero murió tras una cirugía estética realizada por el médico Juan Pablo Canencio. Su esposo, Jhon Fredy Grisales, atribuye su muerte a una sobredosis de anestesia. Este caso destaca la preocupación sobre la seguridad en procedimientos realizados por profesionales que no cumplen con los estándares necesarios.En abril de 2022, Karina García Sánchez, de 26 años, falleció un día después de recibir anestesia para un procedimiento en la clínica IPS Coven de Neiva. Aunque había pasado exámenes previos que confirmaban su buena salud, sufrió múltiples paros cardíacos que llevaron a su muerte. A la fecha el centro médico mantiene bajo reserva el nombre del profesional que intervino a la joven.La tragedia también incluye a María Diva Perdomo Correa, quien murió en marzo de 2011 tras una lipectomía y mamoplastia realizada por el cirujano Misael Polanía Andrade. A pesar de antecedentes de complicaciones, Polanía continuó operando, lo que llevó a otra muerte en julio de 2013.En enero de 2000, Ingrid Catalina y Nidia Patricia Alvarado Guzmán murieron tras una liposucción realizada por el cirujano Absalón Aldana Granados en el Centro de Cirugía Ambulatoria, víctimas de una embolia grasa pulmonar.Además, Mónica Motta Calderón sufrió una necrosis en el pezón después de una cirugía en mayo de 2024 con el cirujano Juan Canencio en la clínica Belo Horizonte, reflejando las graves secuelas que enfrentan muchas mujeres.Estos casos ocurridos en Neiva, fueron en clínica legalmente constituidas y con profesionales actos para ello, sin embargo, también se han presentado otros casos en las denominada clínicas de ‘garaje’ donde, personas sin estudios ni conocimientos, realizan procesos de manera irresponsable. Es crucial que las autoridades refuercen la regulación y que las mujeres prioricen su salud sobre los estándares de belleza. Solo un esfuerzo conjunto puede evitar que más vidas se pierdan en la búsqueda de la perfección.
