Asoquimbo fue nominada al Premio Nacional de DDHH. El próximo 11 de septiembre serán entregados los reconocimientos a líderes y defensores de Derechos Humanos en el marco de la XIII versión del Premio Nacional de Derechos Humanos de Colombia. Asoquimbo fue nominada en la categoría Experiencia o Proceso colectivo del año. Diario del Huila hace un recorrido por la historia de este proceso de defensa del territorio.
DIARIO DEL HUILA, INFORME
Por: Gustavo Patiño.
La Asociación de Afectados por el Proyecto Hidroeléctrico El Quimbo – Asoquimbo, recibió la nominación a la XIII versión del Premio Nacional de Derechos Humanos de Colombia, en la categoría Experiencia o Proceso colectivo del año. La premiación será el próximo 11 de septiembre de 2024, en el contexto de una ceremonia que se celebrará en Bogotá. Esta distinción reconoce el valor y la tenacidad de Asoquimbo en su lucha incansable contra los impactos negativos del megaproyecto hidroeléctrico en el departamento del Huila. La nominación no solo destaca el trabajo de Asoquimbo en la protección de los derechos humanos y ambientales, sino que también resalta el contexto histórico y los desafíos a los que ha tenido que enfrentarse.
El Quimbo
El proyecto hidroeléctrico El Quimbo, una iniciativa impulsada por la multinacional italiana ENEL a través de su filial Emgesa, se encuentra ubicado en el departamento del Huila, en la jurisdicción de los municipios de Garzón, El Agrado, Gigante, Altamira, Tesalia y Paicol, una región colombiana rica en recursos hídricos. La construcción de la represa se concibió con el objetivo de generar aproximadamente el 5% de la energía eléctrica del país. Sin embargo, desde sus primeras etapas, el proyecto ha estado envuelto en controversias debido a sus profundos impactos ambientales y sociales.
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En 1997 el Estado colombiano rechazó el proyecto. No obstante, la insistencia de sus promotores llevó a que en 2007, el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial (MAVDT) comenzara a evaluar su viabilidad. El 9 de mayo de 2009, a pesar de las recomendaciones en contra de la Procuraduría General de la Nación, el MAVDT otorgó la licencia ambiental, permitiendo el inicio de las obras. Este permiso ignoró riesgos significativos, como la presencia de un área de alto riesgo sísmico y la falta de sustracción completa de la Reserva Forestal.
Nació Asoquimbo
En respuesta a la aprobación del proyecto, el 26 de julio de 2009 se fundó Asoquimbo. La asociación emergió como un movimiento de resistencia frente a los efectos adversos del megaproyecto. Asoquimbo no solo se oponía a El Quimbo, sino que también buscaba visibilizar el patrón de despojo y devastación ambiental asociado con otros proyectos extractivos en la región.
Bajo el liderazgo del profesor Miller Dussán y profesionales universitarios además de líderes de pescadores artesanales y campesinos de la región, Asoquimbo implementó una combinación de estrategias para desafiar el proyecto. Estas incluyeron movilizaciones sociales, acciones legales y presión mediática. Organizaron marchas, bloqueos y presentaron demandas para detener la construcción y exigir reparaciones. Su labor atrajo la atención nacional e internacional, generando un debate sobre la sostenibilidad de los megaproyectos en Colombia.
Persecuciones
La visibilidad y el éxito de Asoquimbo en la movilización social provocaron una fuerte respuesta por parte de la empresa Emgesa y el Estado colombiano. Miller Dussán, como figura central del movimiento, fue objeto de múltiples procesos penales y disciplinarios. Estas acciones, promovidas por la empresa y apoyadas por el Estado reflejaron, como lo denunciaron en su momento las plataformas nacionales e internacionales de Derechos Humanos, una estrategia más amplia de criminalización de la protesta social en Colombia. Las autoridades y Emgesa acusaron a Dussán de obstrucción de vías públicas y otras infracciones, intentando deslegitimar su liderazgo y desalentar la resistencia. Sin embargo, la mayoría de estas acusaciones se desmoronaron con el tiempo debido a la falta de pruebas concretas.
A pesar de los intentos de silenciar a Asoquimbo, la asociación ha logrado importantes reconocimientos por su labor. A nivel nacional e internacional, se ha destacado por su compromiso con la defensa de los derechos humanos y el medio ambiente. Asoquimbo es fundamental para evidenciar los daños causados por El Quimbo. Que incluyen la pérdida de medios de subsistencia para miles de personas, la destrucción de ecosistemas vitales y el desplazamiento forzado de comunidades. La sentencia T-135/2013 de la Corte Constitucional, que ordenó la realización de un nuevo censo para identificar a todos los afectados por El Quimbo, es uno de los logros más significativos de la organización. Este fallo reconoció las deficiencias en la protección de los derechos de las comunidades y obligó a Emgesa a cumplir con las compensaciones prometidas.
Sin embargo fue llenado
En 2015, el llenado del embalse de El Quimbo marcó un punto crítico en la controversia. Emgesa procedió con el llenado del embalse, ignorando una medida cautelar del Tribunal Administrativo del Huila que ordenaba la suspensión. Este acto violó el derecho de las comunidades a un ambiente sano y provocó impactos ambientales devastadores, como la proliferación de zancudos y la mortalidad masiva de peces. La decisión de continuar con el llenado a pesar de las advertencias y las acciones legales demuestra la falta de consideración por los impactos ambientales y sociales del proyecto.
Emgesa, como una de las principales empresas generadoras de energía en Colombia, tiene una influencia significativa en el sector energético del país. La presencia de figuras políticas de alto perfil en su junta directiva, como José Antonio Vargas Lleras, María Consuelo Araujo y Luisa Fernanda Lafaurie, ha generado preocupaciones sobre la posible influencia de la empresa en la formulación de políticas públicas y la implementación de proyectos energéticos. Según el Colectivo de Abogados José Albear Restrepo, estas relaciones subrayan la permeabilidad entre el sector público y privado, lo que puede llevar a decisiones que favorezcan los intereses corporativos sobre el bienestar de las comunidades locales y el medio ambiente.
Desafíos enfrentados
A lo largo de su historia, Asoquimbo ha enfrentado numerosos desafíos, incluyendo amenazas y violencia contra sus miembros. La asociación ha tenido que lidiar con la criminalización de sus líderes, la represión estatal y un sistema judicial que a menudo parece alineado con los intereses de las empresas en lugar de proteger los derechos de las comunidades. A pesar de estos obstáculos, este proceso organizativo y social en defensa del territorio ha mantenido su postura firme en la defensa de los derechos humanos y ambientales.
La nominación de Asoquimbo al Premio Nacional de Derechos Humanos es un reconocimiento a su valentía y a su labor en un contexto extremadamente adverso. Su persistencia en la lucha por la justicia y la defensa de las comunidades afectadas por El Quimbo subraya la importancia de la resistencia civil y la protección de los derechos humanos en Colombia. Este premio no solo honra el trabajo de la Asociación de Afectados por el Proyecto Hidroeléctrico El Quimbo, sino que también destaca la necesidad de seguir luchando contra las injusticias y las violaciones de derechos que enfrentan muchas comunidades en el país.
La ceremonia de premiación, que se llevará a cabo el 11 de septiembre en Bogotá, será una oportunidad para reflexionar sobre el impacto de este proceso organizativo huilense y para reconocer la importancia de su trabajo en la promoción de los derechos humanos y la justicia social. La inclusión de Asoquimbo en la categoría de «Experiencia o Proceso Colectivo del Año» es un testimonio de su compromiso y valentía en la defensa de los derechos de los más vulnerables frente a los intereses corporativos.