En la última tertulia, el Dr. David Cangrejo Torres nos ofreció una profunda reflexión sobre la salud mental y su íntima relación con el entorno socioambiental. En su intervención, destacó cómo factores como la pobreza, la violencia y el deterioro ambiental contribuyen a una crisis de salud mental en Colombia, subrayando la necesidad de políticas públicas integrales para abordar estos desafíos.
DIARIO DEL HUILA, RINCON DEL BOTALON
Por German Liévano R.
Con este título nos presentó el Dr. David Cangrejo Torres una magnífica exposición en nuestra última Tertulia. Es un tema enriquecedor que a todos nos genera una información útil y nos cuestiona por el pobre rol que jugamos en la prevención de la enfermedad mental. El Dr. Cangrejo ha venido liderando en su papel de coordinador a la Unidad Mental del Hospital Universitario de Neiva, es médico egresado de la USCO y se especializó en Siquiatría en Argentina; completa su experiencia como concejal de Neiva y Gerente de la ESE Carmen Emilia, por lo cual tiene unas bases amplias de contenido social y científico.
Su primer énfasis fue definir a la Salud Mental como un derecho humano fundamental. “…La salud mental es un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad. Es parte fundamental de la salud y el bienestar que sustenta nuestras capacidades individuales y colectivas para tomar decisiones, establecer relaciones y dar forma al mundo en el que vivimos…” Esta definición incluye los elementos básicos para entender el contexto y su relación con el medio ambiente.
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La salud mental se inicia y se desarrolla a lo largo de la vida y muchas experiencias de los primeros años serán fundamentales para el futuro. Una niñez infeliz, quizás una pobreza rayana en la miseria, un vecindario lleno de cantinas y pródigo en riñas, una violencia intrafamiliar generalmente desencadenada por el abuso del alcohol y demás sustancias adictivas, unas amistades que aconductan el colectivo con patrones negativos y destructores, etc. etc. En nuestro país con una herencia cercana y aún activa de violencia como en ningún otro país de América, con cientos de miles de muertos, millones de desplazados, se genera un contexto que afecta de manera grave la salud mental de grandes y pequeños. Nos enseñan que la violencia resuelve problemas y que el “todo vale” es sinónimo de astucia e inteligencia. Todo esto en su conjunto en nuestra patria se ha vuelto un caldo de cultivo para multitud de desórdenes mentales. Pero esto se agrava con el deterioro de nuestro entorno por la pésima calidad del aire en las ciudades, la ingesta de múltiples químicos que en minidosis imperceptibles nos genera la sociedad consumista, o simplemente el calentamiento global que produce una ineficacia del hogar para una vida placentera o que permite la aparición de nuevas plagas y virus. El medio ambiente es un gran determinante de la salud mental y ello incluye en primer lugar las condiciones socioeconómicas del hombre, la mujer y su familia. Un país como Colombia con un índice de desigualdad tan grande (Gini) el segundo más desigual en América, tiene que generar una inmensa cantidad de situaciones conflictivas para el desarrollo de una salud mental adecuada. Sin embargo, no siempre esto genera una afección mental a toda la población porque hay factores protectores o de resiliencia que permiten una superación sobre el entorno negativo. …” Los factores de protección se dan también durante toda la vida y aumentan la resiliencia. Entre ellos se cuentan las habilidades y atributos sociales y emocionales individuales, así como las interacciones sociales positivas, la educación de calidad, el trabajo decente, los vecindarios seguros y la cohesión social, entre otros…”
Como podemos observar una indicación para salud mental se convierte prácticamente en un programa de gobierno para desterrar la pobreza, mejorar el medio ambiente y asumir el cambio climático. El siquiatra se volvería político si se atreve a liderar un proceso de defensa de la Salud mental, es nuestra hipótesis.
Cuando nos comenta el Dr. Cangrejo que el 13 % de las muertes en América son atribuibles a riesgos ambientales, significa 847 mil muertos al año. Y que 320 mil muertes evitables se deben a contaminación del aire. Y que 15 millones de personas aún practican la defecación al aire libre…son apenas cifras escalofriantes del daño ambiental.
Entonces estas cifras condicionan la necesidad de establecer multiples actividades tanto académicas como públicas para evitar un mayor deterioro ambiental y por ende producir un mayor daño en la salud mental.
Las propuestas de la Organización Mundial de ls Salud han sido apropiadas por el Ministerio de Salud de Colombia con la intención de detectar tempranamente las condiciones adversas y generar propuestas públicas de mejoramiento. En este discurso nos dice el Dr. Cangrejo que las condicionantes ambientales y exposicionales de la salud son todas susceptibles de manejo: Agrícolas y producción de alimentos, Educación, Trabajo, Empleo, Agua, Vivienda digna, y Servicios de salud…es todo un concepto integral cuyo cumplimiento compromete a toda la sociedad civil.
Destacado 1: Una indicación para la salud mental se convierte prácticamente en un programa de gobierno para desterrar la pobreza, mejorar el medio ambiente y asumir el cambio climático.
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