La ciudad de Neiva enfrenta una crisis ambiental debido a los incendios forestales que han devastado más de mil hectáreas en lo que va del año.
En respuesta a esta emergencia, autoridades, han declarado oficialmente el estado de calamidad pública, con el objetivo de agilizar los esfuerzos de control, mitigación y recuperación ante la situación que afecta diversas zonas rurales y periféricas.
Medidas urgentes para la recuperación
La declaración de calamidad pública fue una decisión tomada en el Consejo Municipal de Gestión del Riesgo, el cual incluye la participación de diferentes secretarías municipales y entidades de socorro. Esta medida busca una respuesta más rápida y eficiente, redirigiendo recursos para enfrentar la emergencia y habilitando el acceso a apoyo técnico y financiero tanto del nivel departamental como nacional, además de organismos internacionales.
Amelia Monroy, secretaria de Gestión del Riesgo de Neiva, aseguró que la medida permitirá una mayor capacidad de acción frente a los incendios. “Esto nos permitirá atender y responder de manera efectiva a todos los incidentes que puedan ocurrir”, afirmó Monroy, subrayando la importancia de la coordinación entre las instituciones de emergencia.
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El impacto ambiental
El daño ambiental es considerable. Las llamas han destruido áreas clave para la biodiversidad de la región, afectando no solo el ecosistema, sino también la calidad del aire y el bienestar de las comunidades cercanas. La situación ha puesto en alerta máxima a las autoridades locales, que ahora enfrentan un desafío urgente para evitar una mayor expansión de los incendios.
Juan Bonilla, comandante de los Bomberos Voluntarios de Neiva, destacó la importancia del apoyo ciudadano en estos momentos críticos. “Invitamos a la comunidad a apoyar a los organismos de socorro de dos maneras: no arrojar colillas de cigarrillos por las ventanas ni realizar quemas de basura, y apoyar en temas logísticos”, señaló Bonilla.
En lo que va del año, Neiva ha registrado 92 emergencias relacionadas con incendios forestales. Para hacer frente a esta problemática, la Administración Municipal ha implementado el uso de drones, que permiten monitorear las áreas más afectadas y facilitar la planificación de los operativos de control. La Cruz Roja, por su parte, ha instalado Módulos de Estabilización y Clasificación (MEC) para brindar atención médica en el terreno a los brigadistas que combaten las llamas.
Liliana Gómez, líder de la Secretaría de Gestión del Riesgo de la Cruz Roja, señaló: “Tenemos puntos de primeros auxilios en terreno y un módulo MEC, donde todas las personas que participan en la operación reciben atención médica”.
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