Diario del Huila

La compra del software Pegasus

Sep 21, 2024

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AMADEO GONZALEZ TRIVIÑO

Revuelo e indignación produjo la alocución presidencial en pleno paro camionero de un hecho, del cual, aún se dice que no existen indicios de que sea cierto o de que se por parte del gobierno del 2021 al 2022, se haya procedido a la compra del software pegasus, para el espionaje o la chuzada de las comunicaciones o de la telefonía de los colombianos.

Dicha alocución se refirió y se destacó por cuanto el Presidente reveló un secreto de inteligencia internacional sobre la forma de adquisición de un programa para el espionaje por parte del gobierno colombiano, o mejor, por una compra realizada por una entidad o empresa o misión institucional colombiana de dicho programa, el cual inexorablemente tenía que tener el aval o la autorización para ser negociado por instituciones gubernamentales y con los fines propios de su inteligencia militar. Además, se difundió la forma sobre todo lo que tuvo que ver con el pago en dinero en efectivo y no como fruto de una transacción internacional. Pago que se hico en dos cuotas, cada una de ellas transportados en un avión desde Colombia hasta Israel, sin conocerse la disponibilidad presupuestal o la fuente de dichos recursos.

Es algo que suscita un revuelo nacional e internacional, hasta el punto de que las agencias que suministraron dicha información, consideraron que se había violado un secreto internacional en la lucha contra el lavado de activos. Y hoy en día se dice que se ha advertido que el Gobierno Colombiano, al develar por parte del señor Presidente dicho comunicado reservado, sería separado por completo de nuevas informaciones o reportes en la lucha entre otros, de movimientos económicos que pudieran dar lugar a investigar los delitos de lavado de activos.

Muchos sectores se mostraron indignados por dicha revelación, consideraron y así lo siguen estimando, que es algo que tenía que ocultarse o seguir en el silencio, o bien que al revelarlo se ponía en juego la democracia de papel que aún se predica de nuestro Estado Social de Derecho, en lo que tiene que ver con la seguridad jurídica tanto del desarrollo de sus actos por parte de la institucionalidad, como por parte de los grupos políticos o económicos que hayan podido participar de dicha conjura internacional.

Lo cierto es que, según las informaciones internacionales, el mismo ministerio de defensa israelí y la agencia encargada de la producción del sotware pegasus, la negociación si se hizo, por tanto, negar la existencia de un indicio sobre su existencia o su compra, es desconocer la esencia misma de las pruebas aportadas y reconocidas a nivel internacional y de las denuncias que se han venido haciendo por algunos periodistas e investigadores de éste caso, que para muchos medios de comunicación, han preferido ocultar o dejar al garete del olvido.

Diferente es saber y conocer quién o quiénes del gobierno de Colombia participaron en la adquisición de este producto y no podemos hacer mayores elucubraciones tendenciosas o que impidan llegar al fondo de la investigación para saber el destino o la utilización que del mismo se ha venido haciendo y que tal como se revela por parte de los expertos en el manejo, tanto del software y sus efectos, se reafirma que es posible y que existen mecanismos de establecer por organismos internacionales, cuáles han sido los alcances del mismo.

Sin lugar a dudas, cuando el país se desmorona y se dimensiona en una polarización gradual que parece no tener retorno, es sintomático de la hecatombe que estamos viviendo el hecho de que existen sectores encargados de desprestigiar, de perseguirse unos a otros, de demeritar las acciones o los procesos sociales o económicos entre todos, para generar incertidumbre, o menoscabar la credibilidad en las instituciones y sobre todo, para hacer desaparecer en cualquier momento, por ideas o por consideraciones personales a aquellos que puedan ponernos a pensar sobre el devenir de nuestra propia sociedad.

Que estamos siendo chuzados, que estamos siendo vigilados, que estamos viviendo un periodo de persecución incluso contra nuestra propia sombra, es parte de un proceso que se dio en la segunda guerra mundial, desde la Alemania nazi o desde los estados totalitarios de entonces, es algo cierto. Y más allá de nuestra propia racionalidad, cada día nos desmoronamos como sociedad y como país.

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