“No podemos perdonar a una institución que nos ha mentido”. Paola Medina Charry, hermana menor de Tarcisio Medina Charry, señaló ayer durante el grado póstumo realizado al joven desaparecido hace 36 años que la Policía no ha dicho la verdad sobre lo sucedido la noche del 19 de febrero de 1988.
DIARIO DEL HUILA, ESPECIALES
Por: Gustavo Patiño
“No podemos perdonar a una institución que nos ha mentido”. “La Universidad Surcolombiana, creada la ley 13 de 1976 y reconocida mediante Resolución 9062 del 26 de octubre de 1976 expedida por el Ministerio de Educación Nacional, considerando que Tarcisio Medina Charry cumplió satisfactoriamente con todos los requisitos exigidos por el acuerdo y reglamentos de la Universidad, le otorga el título de Licenciado en Lingüística y Literatura en la Ciudad de Neiva Huila a los 24 días del 2024”, fueron las palabras pronunciadas por la maestra de ceremonia ayer, al leer el acta de grado póstumo para Tarcisio Medina Charry, desaparecido por la Policía del Huila en la noche del 19 de febrero de 1988.
En un acto solemne acompañado de consignas de militantes de la Unión Patrótica y la Juventud Comunista, agremiaciones de las que era parte Tarcisio al momento de ser desaparecido, fue entregado a sus familiares el diploma que le otorga el título póstumo. El acto se dio en cumplimiento de una orden de la Sala de Ausencia de Reconocimiento de la Jurisdicción especial para la Paz – JEP.
Más que un homenaje
El evento estuvo presidido por el magistrado Raúl Sánchez, quien señaló la importancia del grado póstumo, que no solo se trata de un homenaje a Tarcisio Medina Charry, un joven estudiante desaparecido durante el periodo de violencia estatal y genocidio político de la Unión Patriótica, sino que también representa un momento de reparación simbólica y reconocimiento del dolor de las familias afectadas.
“Los actos que vamos a desarrollar durante esta jornada, nacen como un esfuerzo de la sección de ausencia de reconocimiento de materializar justamente esa justicia, de restablecer los derechos de una víctima, de sus familiares, pero que sin lugar a dudas esperamos sirva como un abrebocas para iniciar un camino de amplia restauración para la transformación y restaurar un legado de ese joven que tanta falta nos hace este 24 de septiembre, cuya vida fue truncada por la violencia, estatal durante el genocidio político de la Unión Patriótica”, aseguró el togado.
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Durante el grado póstumo intervinieron representantes de la corporación Reiniciar, la asociación Asfaddes, procesos organizativos que han exigido justicia y la aparición de los restos mortales del joven detenido y desaparecido, igualmente intervinieron Libardo Chilatra, representante de la UP y Diego García, del Consejo Superior Estudiantil y la Juventud Comunista. Los representantes de estas organizaciones dieron cuenta de las vulneraciones, persecución política y exterminio que sufrieron y, aun en la actualidad, sufren militantes de organizaciones de izquierda, defensores de derechos humanos, lideres ambientales, entre otros, por oponerse a un sistema y proponer nuevas formas de construir sociedad.
Tragedia familiar
Johana Medina Charry, hermana de Tarcisio, dio un conmovedor testimonio que abordó la tragedia de su familia, así como el contexto más amplio de la búsqueda de verdad y justicia en Colombia, “él fue el primer integrante de la familia que logró ingresar a una universidad para realizar sus sueños. En aquella época era muy difícil poder ingresar, ya que no se vivía en la ciudad y para las personas que vivíamos en el sector rural se tenían más dificultades y era todo mucho más complejo».
«Por todo esto para nosotros como familia fue muy gratificante cuando él logró este primer sueño de muchos proyectos y sueños que tenía guardados y por los cuales tenía toda la actitud y la disposición para alcanzarlos, ya que era un convencido que la educación era un factor importante y determinante para aportar a la familia y sobre todo a la sociedad. Pero todos esos sueños y proyectos se vieron frustrados de una manera absurda por la desaparición forzada de la cual fue víctima”, señaló.
“Mi mamá, María Marleny Charry de Medina, nunca paró la búsqueda, siempre trabajó con la esperanza que algún día se supiera qué fue lo que pasó. Desafortunadamente en el año 2020 la pandemia se la llevó sin lograr su objetivo, mi hermana Paola ha liderado desde hace muchos años este gran trabajo por la búsqueda de la verdad, no solamente de la verdad de nuestra familia, sino de muchos colombianos que han pasado por este difícil momento”, aseguró, agradeciendo a los jóvenes del movimiento estudiantil de la Universidad Surcolombiana por mantener viva la memoria de su hermano, “este grado póstumo no es solamente para nosotros como familia, sino también para ustedes estudiantes de la Universidad su colombiana que durante tantos años han mantenido la memoria de mi hermano presente”.
Reconocimiento de responsabilidad
Durante la ceremonia, como lo ordenó la Jurisdicción Especial para la Paz, hizo presencia el Cononel Carlos Tellez, comandante de la Policía Huila, quien en representación de la institución hizo un acto de reconocimiento de responsabilidad y pidió perdón a los familiares, “en mi condición de comandante es departamento de policía Huila y en representación de la Policía Nacional de los colombianos, es una responsabilidad inmensa la de acompañarlos el día de hoy para presentar excusas públicas por la desaparición del joven licenciado Tarcisio Medina Charry y a sus familiares por la vulneración y transgresión de sus derechos fundamentales a la vida e integridad personal a manos de la de integrantes de la institución policial, siendo sujetos de especial protección constitucional y por ende merecedor de una vida libre de violencia”, señaló el coronel Tellez.
La policía no cumplió su misión
El comandante de la Policía Huila aseguró que la responsabilidad de la institución es la de velar por la seguridad e integridad de los ciudadanos y que, en este caso, no se cumplió con esta misión, “una parte fundamental en la reparación integral la constituye el acto solemne que nos convoca el día de hoy, reconocer el profundo daño que se causó, por lo que la Policía Nacional les pide perdón como un deber moral»
«Al Estado le asiste el deber de velar por la integridad de sus ciudadanos, por eso es inaceptable y reprochable que sean víctimas de violaciones a los Derechos Humanos, mientras se encuentran en manos de quienes deben garantizar su protección y respeto, encontrando en el presente caso, el licenciado Tarsicio Medina Charry, a quien no le fueron garantizados tales derechos. Como institución reconocemos que hechos como estos han generado daño y dolor nos impulsa a buscar el horizonte hacia una salida que permite garantizar el goce a plenitud de sus derechos fundamentales”, agregó el coronel.
“No podemos perdonar”
Por su parte, en su intervención, Paola Medina Charry agradeció el acompañamiento que ha tenido su familia en este proceso. El cual le ha permitido construir una familia desde la lucha por la búsqueda de las personas detenidas y desaparecidas. Igualmente, señaló que el perdón de parte de su familia no puede llegar. Ya que los restos mortales de su hermano no les han sido entregados. Aseguró que la policía tiene el conocimiento de lo que sucedió la noche del 19 de febrero de 1988. Pero no ha querido entregar la verdad,
“Para nosotros no puede haber una posibilidad de perdón. Para nosotros como familia no es posible aceptar un perdón en este momento, cuando el cuerpo de mi hermano Tarcisio aún no ha aparecido. Cuando la entidad estatal que se lo llevó, que fue la Policía, no ha hecho ni los más mínimos esfuerzos por permitirnos tener una verdad. Sabemos que la noche que Tarcisio fue detenido y desaparecido aquí a las afueras de la Universidad Surolombiana. En esa tanqueta iban cerca de 12 oficiales más, y en mi ignorancia, hago la cuenta. Cuántas personas quizás estuvieron en el momento de su ingreso al comando”, afirmó la hermana de Tarcisio.
«Nos han mentido»
“Hoy muchos de ellos están gozando de una pensión, de sus familias, de sus nietos, de sus sobrinos. Todas estas posibilidades que a nosotros nos negaron con Tarcisio. No lo pudimos ver graduarse, porque este era el sueño más grande de mi madre. Ver a su hijo profesional, le quitaron la posibilidad de conocer sus nietos. De formar una familia con él distinta, porque Tarcisio quería que mi mamá no viviera más en el campo. Y no llevar a la vida que durante muchos años le tocó vivir. Por esas y muchos otros motivos hoy nos hacen entender que no es posible dar un perdón a una institución. Que a nosotros nos ha mentido, que sabe la verdad de los hechos ocurridos esa noche. Y que en ningún momento nos habla la posibilidad de saberlo de saber cómo asesinaron a Tarcisio. Porque tenemos la certeza que ellos lo asesinaron”, aseguró.