En busca de ajustar los precios del diésel y cerrar la brecha con los valores internacionales, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, subrayó que esta medida tiene un objetivo más amplio: transformar la movilidad del país.
El plan incluye fortalecer el sistema ferroviario y revivir las vías férreas a nivel nacional, como complemento al servicio que hoy presta el sector camionero.
El fortalecimiento de los trenes en Colombia no solo responde a una necesidad de modernización en la movilidad, sino que se inserta en la estrategia de mejorar la oferta energética del país. En ese sentido, Bonilla destacó que Colombia podría aumentar su capacidad de energía solar en seis gigas en los próximos tres años, un avance significativo para el país en su transición hacia fuentes renovables.
Además, el ministro adelantó que el Gobierno está considerando la posibilidad de «desarrollar experimentos mayores en hidrógeno», una apuesta hacia la innovación en energías limpias que podría posicionar a Colombia en el mapa de la transición energética global.
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No obstante, el panorama de los combustibles en Colombia sigue siendo un reto en términos fiscales. El déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) para este año se estima en una cifra cercana a los USD 3.000 millones, lo que equivale al pago que el país deberá realizar al Fondo Monetario Internacional (FMI) en 2025.
En este contexto, Bonilla informó que funcionarios del Gobierno sostuvieron una reunión con el FMI en Nueva York, de la cual surgieron tres mensajes clave. El primero fue que la línea de crédito flexible de USD 5.400 millones, desembolsada en 2020, será completamente pagada en 2025. En segundo lugar, se discutió la posibilidad de contar con el apoyo del FMI para gestionar recursos frescos que permitan mejorar las tasas de interés del país.
El tercer mensaje clave fue la posibilidad de que el FMI emita derechos especiales de giro en coordinación con la ONU. Esta medida está directamente relacionada con el compromiso de Colombia en la agenda climática, un proceso internacional que busca ayudar a la descarbonización de la economía.
En línea con la agenda climática, el ministro Bonilla hizo énfasis en que Colombia enfrenta un nuevo reto: cómo gestionar el espacio minero disponible para producir energías renovables. En ese sentido, llamó a impulsar la búsqueda de minerales que contribuyan a la transición energética, un paso clave para cumplir con los compromisos internacionales de reducción de emisiones y descarbonización.
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