La hazaña de Tadej Pogacar este domingo en el Mundial de Ciclismo en Zúrich, Suiza, dejó a todos boquiabiertos. A falta de 100 kilómetros para el final de la dura carrera, su demoledor ataque fue tan contundente que ya se preveía su victoria. Con esta victoria, el esloveno reafirma su estatus en el olimpo del ciclismo, habiendo conquistado en un mismo año el Giro de Italia, el Tour de Francia y ahora el Mundial de ruta.
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Pogacar selló su triplete en un recorrido de 273,9 kilómetros que iba desde Winterthur hasta Zúrich, donde se mostró imbatible. A sus 26 años, el ciclista ha demostrado tener una fuerza, velocidad, técnica y sagacidad que lo distinguen del resto. En esta, su sexta presentación en un Mundial, logró finalmente la victoria que tanto había anhelado. En sus anteriores participaciones había obtenido resultados discretos: 18° en Yorkshire 2019, 33° en Imola 2020, 37° en Flandes 2021, 19° en Wollongong 2022, y tercero en Glasgow 2023.
Pogacar cruzó la meta con un tiempo de 6 horas, 27 minutos y 30 segundos, dejando atrás a sus competidores. El australiano Ben O’Connor se llevó la plata a 34 segundos de él, y el neerlandés Mathieu van der Poel completó el podio a 58 segundos. Tras la carrera, el esloveno compartió su emoción: “No puedo creer lo que acaba de pasar. Esta temporada puse mucha presión en mí mismo. Agradezco a mi elenco y a mis compañeros de equipo nacional. Esta carrera se empezó a decidir muy temprano. Hice un ataque estúpido, pero no frené hasta el final. Ese no era el plan, pues la idea era tener el control de la prueba, pero por fortuna tuve las piernas y la fuerza hasta el final. Tras muchas pedaladas, por fin logré este título gracias a una buena planificación en la temporada. Estoy muy feliz, sin mis compañeros esto ni hubiera sido posible”.
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Con esta victoria, Pogacar se une a la selecta lista de ciclistas que han conquistado el Giro de Italia, el Tour de Francia y el Mundial en un mismo año. Solo Eddy Merckx en 1974 y Stephen Roche en 1987 habían logrado esta hazaña antes que él. Este triunfo no solo subraya su talento excepcional, sino que también establece un nuevo estándar en la historia del ciclismo, consolidando a Tadej Pogacar como uno de los mejores ciclistas de todos los tiempos.
