El cometa del siglo ilumina el cielo del Huila. El cometa C/2023 A3, conocido popularmente como el ‘cometa del siglo’, fue captado por el astrofotógrafo Mario Vargas en el desierto de La Tatacoa. Se espera que su brillo alcance su punto máximo a finales de septiembre y comienzos de octubre de 2024.
Gustavo Patiño
El cometa del siglo ilumina el cielo del Huila. El desierto de la Tatacoa ha vuelto a captar la atención de los amantes del cielo nocturno y los eventos astronómicos. En esta ocasión, gracias a la presencia del cometa C/2023 A3, conocido popularmente como el ‘cometa del siglo’. Bajo el cielo despejado y libre de contaminación lumínica del desierto, Mario Vargas, astrofotógrafo y director del campamento Orión Campamento Interestelar, ha logrado capturar imágenes impactantes de este visitante celeste. Las instantáneas fueron tomadas tras una noche de observación perfecta, una de esas raras oportunidades en las que las condiciones astronómicas se alinean con las atmosféricas, ofreciendo un espectáculo visual inolvidable.
Una experiencia inolvidable
«Uno de mis objetos favoritos son los cometas. Posiblemente solo los verás una vez en tu vida. La emoción no solo de capturarlo en cámara, sino aún mejor, de verlo con tus propios ojos a través de binoculares. Es indescriptible», expresa Vargas emocionado. Según el astrofotógrafo, la observación del cometa C/2023 A3 ha sido una de las experiencias más impresionantes que ha vivido en su carrera. Las imágenes capturadas por su lente muestran un cometa brillante, con una larga cola que se extiende a través del cielo nocturno del desierto de la Tatacoa, un escenario perfecto para la observación astronómica.
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El Orión Campamento Interestelar, ubicado en pleno corazón del desierto, ha sido el epicentro de la actividad astronómica en los últimos días, recibiendo a aficionados y expertos que llegan con la esperanza de ver el cometa del siglo. Vargas y su equipo han estado organizando noches de observación en las que los visitantes pueden aprender sobre la astronomía y maravillarse con las maravillas que ofrece el cosmos.
El paso del cometa C/2023 A3 por el cielo colombiano
Este cometa, identificado por los astrónomos como C/2023 A3, ha captado la atención global desde su descubrimiento a principios de este año. Se espera que su brillo alcance su punto máximo a finales de septiembre y comienzos de octubre de 2024, ofreciendo una oportunidad única para los habitantes del hemisferio norte y sur de observarlo sin necesidad de telescopios avanzados.
«Será una gran oportunidad de enamorar a los colombianos de las maravillas que el cosmos nos regala», comenta Vargas. El entusiasmo por este fenómeno no solo se limita a los expertos. Cada vez más personas se han interesado en la astronomía amateur, y la llegada de C/2023 A3 ha incentivado a muchos a adentrarse en este mundo. La posibilidad de observar un cometa tan brillante y visible a simple vista ha generado una ola de expectativas.
El cometa pasará cerca del Sol, a una distancia similar a la órbita de Mercurio. Este acercamiento provocará que su coma, compuesta por polvo y hielo, se caliente considerablemente, liberando partículas que formarán una cola aún más brillante. «A medida que las partículas de hielo se evaporan, escaparán rápidamente al espacio, llevándose consigo una gran cantidad de polvo que se extenderá en una cola larga y brillante», explica Vargas. Los cometas que pasan cerca del Sol son conocidos por tener colas impresionantes, y el C/2023 A3 promete no ser la excepción.
¿Qué hace tan especial al cometa del siglo?
El profesor de la Universidad Nacional, Santiago Vargas, también ha aportado su conocimiento sobre el fenómeno, subrayando que este evento ha sido denominado como el ‘cometa del siglo’ debido a la expectativa de su brillo y visibilidad. «Los cometas son remanentes helados de la formación del sistema solar, hace más de 4.500 millones de años», explica Vargas, detallando cómo estos cuerpos, compuestos principalmente de hielo, polvo y gases congelados, pasan la mayor parte de sus vidas en las regiones más lejanas del sistema solar.
«Formados principalmente por hielo, polvo y gases congelados, estos viajeros espaciales pasan la mayor parte de sus vidas en las regiones más distantes del sistema solar, como el Cinturón de Kuiper o la lejana Nube de Oort, un remoto paraje donde los cometas ‘duermen’ apaciblemente. Allí permanecen en la oscuridad hasta que algo los perturba y son catapultados hacia el Sol, iniciando su brillante aventura», añade.
A medida que se acercan al Sol, el calor evapora los hielos del núcleo del cometa, creando una atmósfera difusa llamada coma. Esta coma, combinada con el viento solar y la radiación, da lugar a las colas luminosas que pueden extenderse por millones de kilómetros. «Es precisamente esta imagen la que ha fascinado a la humanidad durante milenios y les ha hecho ser vistos como estrellas con largas cabelleras», señala el profesor Vargas.
Una oportunidad única para la divulgación científica
El evento ha motivado una serie de actividades orientadas a la divulgación científica. En el campamento Orión, Mario Vargas y su equipo han creado un espacio no solo para observar, sino para educar. Durante las noches de observación, se ofrecen charlas y talleres sobre astronomía básica, con el objetivo de acercar a las personas a este campo de estudio. «Nuestra misión es despertar la curiosidad y el interés por el cosmos. Queremos que la gente se dé cuenta de que hay mucho más allá de lo que ven en el día a día», comenta Vargas.
El astrofotógrafo resalta la importancia de lugares como el desierto de la Tatacoa para la observación astronómica. Debido a su ubicación y las condiciones climáticas, este lugar ofrece cielos despejados la mayor parte del año, lo que lo convierte en uno de los mejores sitios de Colombia para observar fenómenos celestes. «El desierto es un santuario para los observadores de estrellas. Aquí, uno puede desconectarse de todo y sumergirse en el cosmos», asegura.
Un fenómeno que une a la humanidad
La observación de cometas ha sido una práctica común a lo largo de la historia de la humanidad. Desde las antiguas civilizaciones, estos cuerpos celestes han sido asociados con eventos sobrenaturales, creencias religiosas y mitos. Hoy, gracias a los avances científicos, podemos entender mucho mejor su naturaleza y origen. Sin embargo, la fascinación que generan sigue siendo la misma.
El cometa C/2023 A3 no es solo un fenómeno astronómico; es un recordatorio de la vastedad del universo y de nuestro pequeño lugar en él. Para Mario Vargas y muchos otros, observar este cometa no es solo una experiencia visual, sino una forma de conectarse con algo mucho más grande. «Cada vez que miro el cielo, me doy cuenta de lo pequeños que somos. Pero al mismo tiempo, me siento parte de algo infinito», concluye Vargas.
¿Cuándo y cómo observar el cometa?
Para aquellos que deseen ser testigos de este fenómeno, el astrofotógrafo ofrece algunos consejos. Durante las últimas semanas de septiembre y las primeras de octubre, el cometa será visible en las primeras horas de la madrugada, justo antes del amanecer. Se recomienda buscar un lugar con poca o nula contaminación lumínica, como el desierto de la Tatacoa, para tener la mejor visibilidad posible.
Vargas también sugiere utilizar binoculares o telescopios pequeños para apreciar con mayor detalle la cola del cometa, aunque asegura que, en condiciones óptimas, será visible a simple vista. «El cielo nos regala momentos inolvidables, solo hay que saber mirar en el momento adecuado», afirma.
Con la llegada del ‘cometa del siglo’, Colombia se prepara para disfrutar de uno de los eventos astronómicos más importantes del año. Desde el corazón del desierto de la Tatacoa, Mario Vargas y su equipo seguirán capturando la belleza del universo, compartiendo su pasión por el cosmos con todo aquel que esté dispuesto a mirar hacia las estrellas.