Carlos Yepes A.
La ciudad de Neiva, como capital del Huila y eje central del surcolombiano, ha experimentado un crecimiento urbano y económico considerable en los últimos años. Sin embargo, su desarrollo ha sido limitado y desarticulado debido a la ausencia de una actualización del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) desde hace por lo menos quince años. Esta situación ha impedido la correcta planificación del territorio, afectando las hoy muy deprimidas finanzas públicas del municipio, la calidad de vida de sus habitantes y las enormes posibilidades de atraer inversión y generar empleo.
El POT, es una herramienta esencial para guiar el crecimiento ordenado y sostenible de la ciudad, determinando el modelo de ocupación del suelo y la localización adecuada de las actividades económicas. En Neiva la obsolescencia del POT actual ha generado en primer lugar, un desorden urbano visible en la expansión de zonas residenciales, la falta de infraestructura adecuada y la carencia de equipamientos para las actividades productivas, lo que a su vez ha incidido negativamente en la competitividad económica de la ciudad. En segundo lugar, ha impedido aprovechar plenamente los instrumentos de planificación y financiación que el POT ofrece, limitando así las oportunidades de inversión, productividad y bienestar ciudadano. La revisión urgente del POT es esencial no solo para impulsar la reactivación económica, mejorar la seguridad y ordenar el crecimiento urbano, sino también para implementar herramientas de financiación que proporcionen beneficios fiscales a la administración y a los actores económicos de la ciudad.
Esta es, sin duda alguna, la principal causa estructural del estancamiento económico de nuestra ciudad; por eso, es de suma urgencia la revisión y actualización del POT, lo cual permitiría, entre otros seis beneficios concretos.
Primero, una reactivación económica con incentivos fiscales: Un POT actualizado puede establecer zonas de desarrollo prioritario con incentivos fiscales como exenciones parciales en el impuesto predial o en impuestos sobre construcciones. Estos incentivos atraerían inversión privada y fomentarían el establecimiento de nuevas industrias y comercios en zonas estratégicamente planificadas, contribuyendo al crecimiento económico de la ciudad. Además, se pueden implementar mecanismos como la valorización y las plusvalías, permitiendo que los propietarios que se beneficien de mejoras en la infraestructura urbana contribuyan al financiamiento de nuevas obras. Segundo, mejoramiento de la seguridad: La falta de orden en la ocupación territorial ha contribuido a la formación de zonas marginales y vulnerables, donde la presencia del Estado es débil y las condiciones de vida son precarias. Un POT revisado permitiría una mejor distribución del espacio urbano, con zonas de desarrollo más controladas y mejor equipadas, lo que ayudaría a reducir la delincuencia y mejorar la seguridad. Al aplicar los instrumentos de financiación del POT, como la participación en plusvalías y contribuciones de valorización, se pueden generar recursos para desarrollar infraestructuras y servicios en áreas vulnerables o de riesgo. Esto no solo mejora las condiciones de vida en estas zonas, sino que reduce la inseguridad al integrar estos sectores al tejido urbano formal y dotarlos de servicios esenciales.
Un tercer beneficio sería el de los estímulos fiscales para el desarrollo de vivienda y equipamientos: El POT revisado puede incluir estímulos fiscales para el desarrollo de proyectos de vivienda de interés social, generando beneficios tanto para los inversionistas como para la población de menores ingresos. Esto fomentaría la construcción de vivienda en áreas reguladas, contribuyendo a la ocupación ordenada del territorio y mitigando la expansión descontrolada de asentamientos informales. Además, los beneficios fiscales pueden extenderse a la construcción de equipamientos como colegios, centros de salud y parques, mejorando la calidad de vida de los habitantes. Un cuarto beneficio sería la articulación con el Plan de Desarrollo Municipal: La ley exige que el Plan de Desarrollo Municipal se articule al POT. Por tanto, no tener un POT actualizado limita la implementación efectiva de las políticas de desarrollo previstas por las autoridades locales. Una actualización permitiría que ambas herramientas trabajen de manera sinérgica para cumplir con los objetivos de crecimiento económico, social y ambiental. Desde la óptica fiscal la articulación entre el POT y el Plan de Desarrollo Municipal es fundamental para que las políticas locales de desarrollo tengan un impacto efectivo. Mediante la aplicación de cargas urbanísticas, el municipio puede negociar con desarrolladores privados para que estos contribuyan con infraestructuras que beneficien a la comunidad, como vías, parques o equipamientos públicos, sin afectar significativamente el presupuesto público.
Quinto, la sostenibilidad y adaptación al cambio climático: Un nuevo POT debe incluir mecanismos que incentiven la inversión en proyectos de sostenibilidad ambiental y eficiencia energética, los cuales también pueden beneficiarse de exenciones fiscales o incentivos tributarios. De este modo, se promoverían desarrollos urbanos que respeten el medio ambiente y que contribuyan a la resiliencia de la ciudad frente a los efectos del cambio climático, asegurando su sostenibilidad a largo plazo. Y sexto beneficio, la Infraestructura y Movilidad: Un POT revisado también debe incluir la planificación de infraestructuras y movilidad, factores clave para mejorar la conectividad dentro de la ciudad y con otras regiones, lo que a su vez impulsa el comercio y el acceso a mercados, fomentando el desarrollo económico regional.
En conclusión, la revisión y actualización del POT de Neiva no solo es una necesidad apremiante, sino una oportunidad para alinear el desarrollo urbano con las necesidades económicas y sociales actuales, esto permitirá mejorar la infraestructura, aumentar la seguridad y fomentar la inversión productiva, contribuyendo directamente a la reactivación económica, al mejoramiento de las finanzas públicas y a la calidad de vida de los habitantes de Neiva. La administración municipal debe priorizar esta actualización para que la ciudad aproveche todas las oportunidades que un POT moderno puede ofrecer, y así fortalecer las finanzas, lo cual hasta ahora parece haber sido una misión imposible.
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