Por: José Eustasio Rivera Montes
El presupuesto nacional no fue aprobado por el congreso de la republica, muestra de la débil comunicación entre relación entre el ejecutivo y el legislativo, que por naturalidad debe haber cohesión y fortaleza institucional. Hace mucho o nunca habíamos pasado por una situación de tal magnitud, se alarde que muy seguramente el presidente de la republica Gustavo Petro lo sacara adelante por decreto, sin ningún tipo de consenso.
El bajo recaudo reportado por la DIAN, el mas bajo en décadas, también es una alerta roja mas para el país. Hay una des financiación abierta, que piensan aceleradamente menguar con una nueva ley de financiamiento bien llamada reforma tributaria. Además, una reducción significativa del presupuesto para varios departamentos dentro de ellos el Huila que tendrá un poco más del 10% en proyectos estructurales, programas y proyectos importantes para el desarrollo regional.
Pero para ir mas allá la ejecución del presupuesto no ha sido la mas efectiva, el 2023 cerro con 14% sin ejecución cerca de 59 billones y a la fecha solo 25% de ejecución la mas baja en 3 vigencias anteriores, cuando debería llevar por lo menos el 64%. Magnánima preocupación por la situación del país, la crisis por el alza de la gasolina, las altas tazas de desempleo y las elevadas cifras de inseguridad urbana y rural, evidencia un coletazo a la política económica, que genera incertidumbre. El presupuesto general de la nación no ejecutado entraría a unas reservas presupuestales del ministerio de hacienda que pueden ser utilizados para una distribución distinta.
¿Cual será el motivo de la no ejecución del presupuesto? Una presunta ineficacia e ineficiencia de los funcionarios para impartir los programas y proyectos de su cartera. Temor por parte de los funcionarios, ante los escándalos de corrupción que se vienen dando con funcionarios que se han sometido a principio de oportunidad. O será que tendrán una intención directa de que sea el 2025 y el 2026 los años de ejecución para ser utilizados para la campaña electoral para obtener mayorías a fines al gobierno en el congreso de la republica y el candidato que se consolide para representar las banderas alternativas a fines al gobierno nacional.
Mas allá de los intereses electorales debe primar el país, y las dificultades que se atraviesa en los sectores productivos de las regiones que no la están pasando bien, donde además de recibir directamente las afectaciones del incremento de la gasolina, las extorciones de los grupos insurgentes y el bajo poder adquisitivo ante el pánico que empieza a generar el conflicto que generan no solo la disidencia si no también los grupos delincuenciales organizados, que muchos de ellos se filtran en la paz total, que ha sido un fracaso y un total desacierto en este gobierno.