‘El río Las Ceibas está en su límite’. Pese a la temporada seca que se ha vivido en todo el país, el río Las Ceibas ha sostenido su caudal para el abastecimiento del acueducto de Neiva. Camilo Agudelo señaló que, si Neiva continúa expandiéndose, se deberá pensar en una segunda fuente para el abastecimiento.
DIARIO DEL HUILA, INFORME
Por: Gustavo Patiño
‘El río Las Ceibas está en su límite’. A pesar de las graves dificultades generadas por una de las temporadas de verano más intensas de los últimos años, el río Las Ceibas, fuente de abastecimiento del acueducto de Neiva, logró mantener su caudal ecológico gracias a los esfuerzos conjuntos de conservación de la cuenca hidrográfica. Así lo señaló Camilo Agudelo, director de la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena – CAM, en entrevista con Diario del Huila.
Agudelo destacó el trabajo realizado en la recuperación de la cobertura vegetal en la zona alta de la cuenca, que permitió la resistencia del río durante la temporada de estiaje. «La cuenca hidrográfica del río Las Ceibas por fortuna, en este verano tan duro que tuvimos, resistió esta época de verano gracias a todas las labores de recuperación de la cobertura vegetal en más de 11.000 hectáreas en la zona alta y al trabajo que se ha hecho con las comunidades campesinas», afirmó el director de la CAM.
Esfuerzo vital
Este esfuerzo de conservación ha sido vital para garantizar el abastecimiento de agua potable a la ciudad de Neiva, que depende del río Las Ceibas. Sin embargo, Agudelo también advirtió que la situación es frágil. «Pudimos garantizar el caudal ecológico, pero con un equilibrio muy delicado», subrayó. Esta situación pone de manifiesto la vulnerabilidad de los recursos hídricos frente a fenómenos climáticos extremos y la importancia de mantener y fortalecer los programas de conservación de las fuentes de agua.
Agua no contabilizada
Uno de los mayores problemas que enfrenta la ciudad de Neiva en cuanto al suministro de agua es la gran cantidad de agua no contabilizada, es decir, aquella que se toma del río Las Ceibas pero no se registra para consumo oficial. Agudelo fue claro al respecto: «Hoy tenemos la información que cerca del 55% del agua que se toma es un agua no contabilizada». Esta cifra alarmante refleja que más de la mitad del agua que llega al acueducto no es medida ni regulada adecuadamente, lo que puede deberse tanto a fugas en el sistema de distribución como a conexiones ilegales.
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La situación del agua no contabilizada es especialmente preocupante en un contexto en el que el río Las Ceibas ya se encuentra en su límite de capacidad para abastecer a la creciente población de Neiva. Esta pérdida de agua no solo representa un desperdicio valioso de un recurso limitado, sino que también plantea desafíos para las autoridades locales, que deben tomar medidas urgentes para identificar y solucionar estas fugas y usos ilegales.
Hay que conservar el agua
Agudelo hizo un llamado contundente a la ciudadanía para que tome conciencia de la importancia de conservar el agua y participar activamente en el cuidado del río Las Ceibas. «Hay que arrancar por ahí, hay que solucionar todos los problemas que hay en la legalidad del uso del agua y un gran trabajo y un gran programa de uso eficiente con todos los neivanos para conservar nuestro afluente», indicó el director de la CAM, refiriéndose a la necesidad de implementar programas de ahorro y eficiencia en el uso del agua.
Para Agudelo, es fundamental que los ciudadanos entiendan que «quien le saca el agua al río Las Ceibas es la ciudad de Neiva, por eso quienes la recibimos, tenemos que tener esa conciencia, ahorrar, ser eficientes en el uso de cada gota de agua». Este llamado a la responsabilidad colectiva es crucial para garantizar la sostenibilidad del suministro de agua en el futuro, especialmente en una ciudad que sigue en expansión.
Otra fuente de agua
Además de los problemas actuales relacionados con el agua no contabilizada, Agudelo advirtió que la ciudad de Neiva se enfrenta a un desafío aún mayor a medida que crece su población y su industria. Actualmente, el río Las Ceibas está al límite de su capacidad para abastecer a la ciudad, lo que significa que, si Neiva continúa expandiéndose, será necesario encontrar una fuente de agua complementaria.
«Hoy la concesión está abasteciendo a Neiva, pero en la medida en que la ciudad siga creciendo, no tenemos cómo ampliar esa concesión ambiental porque el río llegó al límite. Cada afluente tiene su propio caudal ecológico que se reglamenta, no es un porcentaje único, lo que puedo decir es que estuvimos con un caudal remanente alrededor de 250 a 300 litros por segundo, o sea, no podemos pensar en otorgarle más agua a la ciudad de Neiva», señaló Agudelo. En otras palabras, el río Las Ceibas ya no puede otorgar más agua a la ciudad sin poner en riesgo su caudal ecológico, lo que hace imperativo explorar otras alternativas de abastecimiento.
Una de las soluciones propuestas por la CAM es la utilización de aguas subterráneas, en particular el acuífero Gigante, una reserva de agua de alta calidad que ha sido protegida por la corporación para garantizar su conservación a largo plazo. «La Corporación tiene estudiado un acuífero que se llama acuífero Gigante, es un acuífero de muy buena calidad de agua para consumo, y lo protegimos. Sacamos una resolución para proteger ese acuífero para que los grandes proyectos petroleros y mineros no nos lo agoten», explicó Agudelo. Este acuífero, que ha sido reservado para el futuro, podría ser una opción viable en caso de que el crecimiento de la ciudad requiera nuevas fuentes de agua.
Primera opción, fuentes superficiales
Sin embargo, Agudelo también destacó que, mientras haya fuentes superficiales disponibles, es preferible recurrir a estas antes que a las aguas subterráneas. «Mientras haya aguas superficiales, lo mejor es acudir a las aguas superficiales», señaló. Esta afirmación resalta la importancia de priorizar las fuentes naturales de agua como el río Las Ceibas, pero también subraya la necesidad de realizar estudios exhaustivos que permitan determinar cuál es la mejor alternativa para garantizar el suministro de agua a largo plazo.
Estos estudios, según Agudelo, deben ser llevados a cabo por la Alcaldía de Neiva y la Empresa de Servicios Públicos de Neiva – EPN Las Ceibas, que son las entidades responsables de garantizar el abastecimiento de agua a la ciudad. «Esos estudios tendrán que hacerse y tendrán que hacerlo los que están encargados de prestar el servicio, que son tanto la ciudad como la empresa de servicios públicos», afirmó. La planificación y gestión adecuada de los recursos hídricos será clave para asegurar que Neiva cuente con el agua necesaria para su desarrollo futuro, sin comprometer la sostenibilidad de las fuentes actuales.
Medidas urgentes
El mensaje de Camilo Agudelo es claro: la ciudad de Neiva debe tomar medidas urgentes para proteger el río Las Ceibas, reducir las pérdidas de agua no contabilizada y planificar el futuro abastecimiento de agua a medida que la ciudad crece. La conservación del río y el uso eficiente del agua son responsabilidades compartidas entre las autoridades locales y los ciudadanos, quienes deben ser conscientes de la fragilidad de los recursos hídricos y actuar en consecuencia.
Además, es fundamental que se realicen estudios exhaustivos para identificar nuevas fuentes de agua que puedan complementar el abastecimiento actual. El acuífero Gigante es una opción prometedora, pero, como señala Agudelo, es preferible utilizar las aguas superficiales mientras estén disponibles. Esto requiere un esfuerzo coordinado entre la Alcaldía, EPN Las Ceibas y la CAM para asegurar que Neiva cuente con un suministro de agua suficiente y sostenible en el futuro.
El río Las Ceibas ha demostrado resistencia frente a las condiciones climáticas extremas, pero su capacidad de abastecimiento está al límite. La reducción de las pérdidas de agua no contabilizada y la búsqueda de fuentes complementarias serán cruciales para garantizar que Neiva continúe teniendo acceso a agua potable en los años por venir. El desafío es grande pero, según Camilo Agudelo, con una gestión adecuada y la participación activa de los ciudadanos, es posible asegurar un futuro sostenible para el abastecimiento de agua en la capital del Huila.
