La sociedad colombiana no sale del asombro por las reiteradas masacres que se han venido ocurriendo desde tiempos pretéritos y que desde que se posesionó el presidente Gustavo Petro Urrego, se han incrementado las masacres en algunas regiones del país, generando la más grande decepción, porque durante la época prelectoral prometió que este gobierno iba a ser el mandato de la vida. Pero la decepción ha sido mayúscula porque los crímenes selectivos y colectivos, se han vuelto un paisaje en el país. Es la triste realidad. Las familias viven atemorizadas por las organizaciones subversivas, sin que exista un accionar gubernamental efectivo y eficaz que conduzca a frenar las masacres que, a la fecha, ascienden a 54 durante la presente vigencia. El constituyente primario se encuentra sorprendida por la forma salvaje como se están presentando estos asesinatos. Los datos estadísticos reflejan indicadores muy preocupantes porque la criminalidad tiene controlado más del 30% del territorio nacional y siguen ocurriendo estos actos criminales. A pesar de los ingentes esfuerzos gubernamentales para lograr la Paz Total en el territorio nacional, continua el escenario de terror propiciado por algunos grupos criminales que no cesan su actuar violento contra la sociedad colombiana. Las regiones donde más se vive esta zozobra, son las que presentan mayores extensiones sembradas de sustancias sicoactivas, que se han convertido en el principal detonante y auspiciador de estas acciones, que van en detrimento del bienestar general de la población. Pero en el Huila, donde no existen esas características expuestas anteriormente, se ha recrudecido la violencia que no se veía desde hace más de cinco lustros. Durante el presente periodo se han presentado cuatro masacres contra las familias indefensas que desafortunadamente, son víctimas de la guerra sin cuartel que libran los grupos subversivos en el país. El domingo anterior, se presentó una masacre donde asesinaron a tres ciudadanos en la vereda la Playita del municipio de Acevedo, donde fueron masacrados salvajemente Fabio Ojeda, esposo de la presidente de Acción Comunal de esta localidad y otras dos personas que no fueron identificadas por las autoridades. De acuerdo con los panfletos dejados por el grupo armado liderado por Calarcá, se infiere que fueron sus autores. Igualmente, el lunes anterior se presentó el asesinato de dos personas en el centro poblado de Guayabal del municipio de Suaza, los cuales fueron identificadas como Juan David Orozco de 19 años y Daimly Ariza Toledo de 38 años. Estos hechos abominables se presentaron en inmediaciones del polideportivo, donde los asesinos dejaron panfletos alusivos a las disidencias de las Farc. Lo anterior, se infiere que en esta región del departamento operan estos narcoterroristas. A pesar de los ingentes esfuerzos gubernamentales para lograr la Paz Total en el territorio nacional, continua el escenario de terror propiciado por algunos grupos criminales que no cesan su actuar violento contra la sociedad colombiana.
