En el atentado que sacudió la tarde del jueves, el conocido depredador sexual Manuel Octavio Bermúdez, apodado el ‘Monstruo de los Cañaduzales’, perdió la vida cuando era trasladado caravana del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) en la vía Panamericana, sector de El Pescador.
En este hecho también perdieron la vida dos funcionarios del Inpec y un preso, mientras que al menos seis personas resultaron heridas.
Bermúdez, que fue trasladado desde Popayán a Palmira, era considerado uno de los más atroces criminales de Colombia, con una condena por el abuso y asesinato de cerca de 34 niños y niñas en los cañaduzales del Valle del Cauca durante la década de 1990. Su modus operandi consistía en acercarse a niños de escasos recursos bajo la fachada de vendedor de helados, ganándose su confianza para luego abusar de ellos y, en muchos casos, asfixiarlos con una soga.
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Este personaje siniestro fue capturado el 18 de julio de 2003 y condenado a 40 años de prisión, convirtiéndose en símbolo del horror que enfrentan los menores en manos de depredadores como él. Las circunstancias del ataque a su vehículo de traslado están siendo investigadas por las autoridades, que trabajan para identificar a los responsables de este hecho.
En respuesta a la situación, la ministra de Justicia, Ángela María Buitrago, se reunió con el director del INPEC, Daniel Gutiérrez, para evaluar las medidas de seguridad implementadas para proteger a los funcionarios penitenciarios, quienes enfrentan un riesgo constante en el ejercicio de sus funciones. La comunidad observa con atención el desarrollo de esta investigación y las decisiones que se tomen para garantizar la seguridad en el sistema penitenciario.
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