A pocas semanas de iniciar las negociaciones para el aumento del salario mínimo en Colombia para el año 2025, ya se perciben tensiones entre los actores clave. Los gremios empresariales, en particular, han expresado su preocupación por el clima desfavorable para el diálogo, con la reforma laboral como uno de los principales puntos de discordia.
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Aunque la mesa de concertación aún no ha sido formalizada, las posturas comienzan a surgir. Los sindicatos y gremios ya han empezado a discutir sus expectativas respecto al incremento salarial. Sin embargo, los gremios han manifestado su inquietud de que, al igual que en el 2024, el aumento pueda ser decidido por decreto, sin lograr un consenso. Jorge Enrique Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, ha criticado abiertamente el enfoque del Ministerio de Trabajo, señalando que las acciones de la ministra en la reforma laboral han generado un mal ambiente para las próximas negociaciones.
Por su parte, Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, ha expresado su pesimismo sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo, citando que la reforma laboral se tramitó sin la concertación de los empresarios. En su opinión, esto pone en riesgo el proceso de negociación del salario mínimo, ya que un aumento excesivo podría afectar la competitividad empresarial y ocasionar la pérdida de empleos.
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Además, Óscar Cubillos, representante de Fedegan, ha alertado sobre una posible propuesta de los sindicatos que busca un incremento del 15% sobre el salario mínimo actual, lo que llevaría el monto a 1.500.000 pesos. El plazo para definir este aumento expira el 30 de diciembre de 2024, lo que añade presión a las partes involucradas en la negociación.
