Si se cumplen los pronósticos del Ideam, el mes de noviembre será un mes lluvioso en las regiones andina y surcolombiana. Aunque en algunos municipios han regresado las precipitaciones, las cuales han empezado a generar destrucción en la infraestructura vial y el sector productivo de dichos territorios, es importante que las autoridades de los Comités de la Gestión del Riesgo estructuren planes de contingencia para mitigar los efectos nefastos contra el bienestar de las familias que residen en dichos territorios. La transformación del clima que actualmente presenta el planeta está pasando factura a toda la sociedad incluida la colombiana, generando caos y destrucción a la economía colombiana y, por ende, afectando el bienestar de las familias que residen en las áreas donde ocurren estos eventos lluviosos con mayor intensidad. Cuando ocurren las fuertes lluvias colocan en vilo a los colombianos.
En la pasada oleada invernal cerca de 500 mil personas salieron afectadas por las intensas lluvias que permearon negativamente su calidad de vida. Las familias afectadas, se quejaron permanentemente a través de los medios de comunicación, del olvido del accionar gubernamental para minimizar los riesgos y recuperar lo perdido. Fueron dantescas las imágenes que se difundieron a través de los medios de comunicación y de las redes sociales, de las zonas que se inundaron, y, por ende, las afectaciones a la infraestructura productiva, viviendas y enseres. Estos daños económicos fueron cuantiosos, que dejaron en la completa ruina a sus residentes, sin que exista actualmente una respuesta integral efectiva del Estado, para apoyarlos por esos difíciles momentos que vivieron. Esta situación calamitosa, nos deja muchas lecciones para que se estructuren políticas públicas para reubicar a estas familias y se refuercen los puentes y vías que actualmente se encuentran destruidos y averiados, dejando incomunicados amplios sectores poblacionales. Debemos prevenir futuros desastres.
No podemos ser indiferentes ante este fenómeno que se nos avecina. Cada vez los cambios climáticos se agudizan y debemos estar preparados. Hay que ser coherentes con la realidad que está presentando el mundo. El calentamiento del planeta es provocado en un 95% por efectos naturales. Las explosiones solares ocurridas recientemente han envuelto a todos los planetas, incluido la tierra. Los daños en los sistemas de comunicaciones se reflejan frecuentemente en las afectaciones a los satélites que rodean la tierra. Además, el calentamiento del centro de la tierra se ve manifestado en el aumento de la temperatura de los océanos y glaciares. Y solamente el 5% lo provocan, factores antrópicos. Lo anterior lo afirma la comunidad científica. El resto, es pura retórica barata, como quieren vendernos desde las instancias gubernamentales. Así lo han revelado algunos expertos de los principales centros de investigación internacionales en algunos eventos académicos en la COP16 que se desarrolla en Cali.
