En el marco de la Cumbre Mundial sobre Biodiversidad COP16, celebrada en Cali, el secretario general de la ONU, António Guterres, se pronunció sobre la propuesta del presidente de Colombia, Gustavo Petro, de comprar la hoja de coca en zonas conflictivas del país.
Durante una rueda de prensa este miércoles, Guterres señaló que aunque desconoce los detalles del proyecto, considera que la iniciativa podría tener un impacto positivo si el objetivo es reutilizar la coca de forma que impida su destino al tráfico de drogas.
“Yo no conozco en detalle el proyecto, pero si la compra es hecha para después reutilizarla de una forma positiva, puede impedir el tráfico; eso puede garantizar que haya una neutralización de esa producción, y que esa producción no alimente ese tráfico”, expresó Guterres. Además, respaldó la reflexión del presidente Petro sobre los mecanismos de lucha contra el narcotráfico, sugiriendo que es un debate necesario a nivel internacional.
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El anuncio de Petro sobre la compra de cosechas de coca
La propuesta a la que se refirió Guterres fue anunciada el 18 de octubre por el presidente Petro durante la firma del Pacto por la Democratización del Crédito Solidario, un evento que tuvo lugar en la Cámara de Comercio de Bogotá. El mandatario colombiano explicó que el Gobierno planea comprar la cosecha de coca del corregimiento de El Plateado y la región del Cañón del Micay, en el departamento del Cauca, como parte de una estrategia para recuperar el control de la zona.
“Al campesinado del Micay le vamos a comprar sus cosechas de coca, mientras aparece la economía lícita», afirmó Petro, quien argumentó que la medida busca ofrecer una alternativa económica a las comunidades rurales y contrarrestar el control de los narcotraficantes en la región. Además, el presidente destacó la relevancia de esta intervención en El Plateado, donde recientemente se llevó a cabo una operación militar para restablecer la seguridad. Petro describió la región como un lugar donde operaba «una bolsa de valores de la cocaína del mundo», atrayendo a carteles internacionales de países como México, Albania y Croacia.
El presidente también alertó sobre los riesgos para las comunidades locales, especialmente los pueblos indígenas, señalando que los grupos armados buscaban transformar la región en un centro de exportación de cocaína hacia Estados Unidos y estaban dispuestos a eliminar a quienes se opusieran a su “proyecto de codicia”.
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