Por: Harold Salamanca
La lucha contra el cáncer de cuello uterino no puede desvincularse de la sostenibilidad en salud. Este cáncer afecta no solo a las personas, sino también a los sistemas de salud y a la economía en su conjunto. Según la Organización Mundial de la Salud – OMS, en 2020 se diagnosticaron más de 600,000 casos nuevos de cáncer de cuello uterino en todo el mundo. Los costos de tratamiento y la pérdida de productividad asociados a esta enfermedad imponen una carga económica significativa que, a largo plazo, puede comprometer la capacidad de los sistemas de salud para ofrecer atención adecuada.
Desde la fundación SalBo, entendemos la sostenibilidad en este contexto como la creación de estrategias de prevención y tratamiento accesibles, equitativas y escalables. Esto implica adoptar enfoques que prioricen la prevención primaria y reduzcan los factores de riesgo antes de que se desarrolle la enfermedad. En el caso del cáncer de cuello uterino, esto comienza con una vacunación oportuna y universal contra el Virus del Papiloma Humano (VPH). En Colombia, aunque se han dado importantes avances en la cobertura de esta vacuna, aún es necesario intensificar los esfuerzos de vacunación en colegios y comunidades, sensibilizar a la población y eliminar barreras como el consentimiento informado, que limita el acceso a la inmunización masiva. Estas acciones permitirán aumentar la cobertura y reducir de forma sostenible la incidencia de esta enfermedad en el largo plazo.
Además de la prevención primaria, la detección temprana es vital para reducir la carga del cáncer de cuello uterino. La prueba de auto-toma de VPH es una herramienta innovadora y sostenible que permite llegar a más mujeres, especialmente en áreas rurales o con menos recursos, facilitando el acceso al tamizaje y reduciendo costos logísticos. Esta tecnología es un paso indispensable para alcanzar a aquellas poblaciones que enfrentan mayores barreras en el acceso a la salud.
En la fundación SalBo estamos comprometidos con la promoción de políticas de salud pública basadas en datos científicos y orientadas a la prevención. Involucrar a todos los actores, desde la sociedad civil hasta los tomadores de decisiones, es fundamental para enfrentar este reto de forma efectiva y duradera. Nuestro objetivo es cocrear un sistema de salud sostenible que se fortalezca frente a los desafíos presentes y futuros. Para lograrlo, necesitamos fomentar una conciencia colectiva que empodere a las personas y genere un impacto real en la implementación de políticas de salud.
