La sequía que ha afectado a gran parte de Latinoamérica ha comenzado a impactar la producción de azúcar, provocando una reducción significativa en los cultivos de caña. Brasil, uno de los principales exportadores mundiales, se enfrenta a serias limitaciones en su capacidad de producción debido a las condiciones climáticas desfavorables y la propagación de enfermedades vegetales. Esta situación ha generado alarma en el mercado global, donde los precios del azúcar se han mantenido elevados en comparación con años anteriores, y la oferta para el primer trimestre de 2025 se proyecta como «muy ajustada.»
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Pedro Mizutani, jefe de comercio de azúcar en Czarnikow, una de las principales empresas brasileñas en el sector, explicó que los problemas climáticos han causado un deterioro en los cultivos y han retrasado el inicio de la cosecha, previsto ahora para finales de abril. Este retraso en la producción no solo influye en los volúmenes de exportación de Brasil, sino que también podría repercutir en los mercados que dependen de sus suministros, especialmente cuando el país representa el 75% del azúcar en bruto exportado a nivel global.
La preocupación por el suministro se ha reflejado en el incremento de la prima de los contratos de azúcar para entrega en marzo, lo que sugiere una creciente inquietud sobre la posibilidad de escasez en el mercado internacional. Luiz Silvestre Coelho, de la empresa Sucres et Denrees, señaló que, si bien se espera un aumento en la producción de China y una ligera disminución en la demanda mundial, estos factores no serían suficientes para contrarrestar la situación ajustada de los suministros en 2025.
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