Desde que vi por primera vez a Rigoberto Urán en una de sus entrevistas me sentí cautivado, al igual que millones de colombianos, por su autenticidad y el positivismo que lo caracteriza. ‘Rigo’ es un personaje que inspira, a algunos por sus logros en el deporte, a otros por su humor o su forma de ser, y a mí en particular por la manera en la que ha abrazado la cultura del emprendimiento y ha elevado su marca personal al siguiente nivel.
Como buen paisa, ‘Rigo’ ha demostrado que con la misma firmeza con la que se exige al subir una montaña, puede pedalear para forjar su propio imperio en el sector privado. Su evento, el Giro de ‘Rigo’, celebrado el pasado fin de semana en Medellín, debería ser referencia para todas las agencias de famosos y deportistas sobre cómo explotar una marca personal con éxito a nivel nacional.
Recuerdo que hace un par de años cuando me animé a conocer más a fondo su trabajo, no podía creer las cifras que manejaba este evento. En el 2022 cerca de 4.500 personas se inscribieron cuando el giro tenía un costo aproximado de 750.000 pesos por persona, ¡y en ese año la empresa registró ingresos por 42 mil millones de pesos!
Como muestra del crecimiento de este pasatiempo en los últimos años, el pasado fin de semana se registraron aproximadamente 10,500 aficionados, pagando cerca del millón de pesos por cada plaza. Viendo estas cifras no es difícil intuir que tanto su empresa como los coorganizadores Scotiabank y Manzana Postobón deben estar anhelando ya la versión del 2025.
Como no puede faltar en nuestro país, la política siempre encuentra la forma de colarse donde menos se la espera, y en el Giro de ‘Rigo’ algunas manifestaciones contra el actual gobierno no pasaron desapercibidas. Sin embargo ‘Rigo’, con esa humildad que lo caracteriza, se limitó a señalar lo mismo que haría cualquiera de nosotros: uno no puede controlar lo que los demás piensan. Además, considero que en medio de las divisiones actuales, existen espacios que deben mantenerse limpios de discordia y el deporte debe ser siempre uno de estos.
Volviendo a lo deportivo, me resulta impresionante ver cómo el fenómeno de la bicicleta en Colombia está creciendo de manera exponencial, y creo que gran parte de esto se debe a figuras como ‘Rigo’, que lograron contagiar a decenas de miles de una pasión que garantiza bienestar y felicidad. El ciclismo es salud, es comunidad, y quizá más importante, es un acto de esperanza en un país donde las oportunidades de ocio sano todavía son escasas.
Aun así, desde mi punto de vista el Giro de ‘Rigo’ es mucho más que un evento deportivo. Es un recordatorio de lo que puede lograr un colombiano con perseverancia, humildad, ‘berraquera’ y astucia.
Con el aroma de un café Entorno, los saludo,
Santiago Ospina López.