En un enérgico discurso en West Palm Beach, Florida, Donald Trump, de 78 años, celebró su reciente victoria electoral reafirmando un compromiso con políticas de inmigración más severas.
Tras unas elecciones el 5 de noviembre, en las que superó el umbral de 270 votos, el republicano se convirtió en el presidente número 47 de Estados Unidos y se prepara para asumir el cargo el 20 de enero de 2025.
Durante su intervención, Trump se dirigió a sus seguidores enfatizando su intención de “cerrar las fronteras” y endurecer los requisitos de ingreso al país, una promesa que ya fue parte clave de su primera administración y que vuelve a ser uno de sus principales objetivos. «Queremos que la gente entre, pero tiene que hacerlo de manera legal«, insistió, subrayando la importancia de reforzar la seguridad en las fronteras.
Le puede interesar:Donald Trump, elegido el presidente de los Estados Unidos
«Tenemos un país que necesita ayuda, y la necesita con urgencia», señaló el mandatario electo. «Esta es una victoria magnífica para el pueblo estadounidense que nos permitirá hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande. Esta será verdaderamente la época dorada de Estados Unidos», añadió, en una clara referencia a su lema de campaña.
El exmandatario y ahora presidente electo dejó claro que planea implementar reformas significativas en inmigración como parte de su visión para lo que él llama una “nueva era de prosperidad”. Su regreso a la Casa Blanca ha sido celebrado entre sus seguidores, quienes esperan que mantenga sus promesas y cumpla con su propuesta de “arreglar todo lo relacionado con nuestro país”.
El presidente Petro, manifestó recientemente: “Trump dice que no vino a comenzar guerras sino a parar guerras. Si es así, contará con todo mi apoyo. Ni Ucrania, ni Sudán, ni Líbano, ni Palestina”.
Puede leer:Erupciones volcánicas en la isla de Flores, Indonesia, dejan al menos diez muertos